lunes, 29 de agosto de 2011

"El caníbal de Rotemburgo" (2006) de Martin Weisz


Como reza el título en castellano, "El caníbal de Rotemburgo" se basa en una historia real acaecida en la ciudad de Rotemburgo, Alemania, a comienzos del año 2001, cuya crudeza e increíbles vericuetos de truculencia la convirtieron en una noticia de primera plana en diarios y noticieros de todo el mundo.
La historia de un tipo que avisa via web que desea terminar su vida siendo devorado por otro, cosa que termina sucediendo, es a priori una noticia que solo por su morbo cualquiera podría pensar que sería material atractivo desde el punto de vista fílmico.

Lamentablemente, el resultado es un producto absolutamente menor, un fallido estudio psicológico sobre la vida y destino de los dos involucrados en el aberrante crimen, que termina aburriendo por la lentitud de su desarrollo embutido en una sumatoria de flashbacks e imagenes pseudo-oníricas que por momentos confunden más de lo que despejan.

El papel de la psicóloga interpetada por Keri Russell, investigando las vidas del asesino y de su víctima en busca de los posibles motivos que los llevó a su bizarro destino, no logra funcionar como el nexo entre el espectador con los hechos reales, ni con las situaciones que tanto el director como el guionista pergeñaron para rellenar los huecos donde las dudas sobre el macabro caso imperan.
Cuesta entender el motivo por el cual el estreno de "El caníbal de Rotemburgo" estuvo prohibido en Alemania y otros países europeos. La truculencia sugerida recién aparece en los 10 minutos finales del relato, pero es muy tibia y no llega a resultar ni tan impactante como el hecho real debió ser ni tampoco logran salvar al film del más profundo de los aburrimientos.
En definitiva, una idea con enorme potencial para ser llevada al cine con verdadero nivel de impacto pero totalmente arruinada por un desarrollo cansino y un climax final que no funciona como debería.

Puntaje: 2/10

jueves, 25 de agosto de 2011

"SCREAM 4" (2011) de Wes Craven

La primera entrega de la saga "Scream" estrenada en 1996, revitalizó el subgénero del terror slasher que muchos creían ya fallecido a fines de los años 80. Fue también el resurgir de Wes Craven como director, que no había tenido un éxito de tal magnitud desde "Pesadilla: En lo profundo de la noche" en 1984.

Las secuelas de 1998 y 2001 respectivamente, repitieron los mismos mecanismos d
e la primera entrega así como los personajes principales y aunque no tuvieron el mismo nivel de impacto de la primera, al menos resultaron bastante dignas. Lo cierto es que para "Scream 3" la idea base ya se notaba algo desgastada por lo que antes de hacerla sucumbir en forma definitiva con media docena de secuelas más, Craven decidió meterla en el refrigerador y esperar un tiempo prudencial para hacerla volver. Ese tiempo duró algo más de una década, hasta que en este año 2011 la cuarta entrega de la saga dirigida por Craven y escrita por Kevin Williamson -autor del guión de las anteriores- llegó a nuestras pantallas.En lo personal siempre me consideré un buen seguidor de la trilogía "Scream" por lo que el saber de una cuarta entrega en preparación me generó ciertas expectativas. La cuestión es que, aunque reconozco que hay ciertos chispazos de ingenio propios de las primeras entregas en esta nueva secuela, no es menos cierto que no cumple con todo lo que desde su publicidad previa se prometía.
Para empezar; no hay realmente "nuevas reglas", al no ser que se consideren reglas nuevas el reemplazo de los llamados telefónicos del asesino por mensajes a celulares o posteados en redes sociales o que el asesino enmascarado filme sus asesinatos con la idea de publicarlos en la web, cosa que como motivación para cometer asesinatos me parece de las más pobres de toda la saga. O sea, que dejando de lado el tema de las innovaciones tecnológicas, el guión de "Scream 4" no proporciona algo realmente diferente a lo que ya conocemos.

Volvemos a ver a los protagonistas de siempre -una Neve Campbell ahora adulta y más linda que nunca, una Courtney Cox atractiva pero demasiado colagenada y un David Arquette convertido en comisario y mucho más serio que de costumbre- perseguidos por el Ghostface de siempre en las locaciones de Woodsboro de siempre.
También está el humor autorreferencial al cine de terror del que siempre se ha caracterizado la saga, muy típicos de los guiones de Williamson, al igual que algunos juegos de cine-dentro-del-cine que sirven para despistar al espectador por un rato.

Pero aún con todo "Scream 4" es rutina típica de saga de terror, con casi nulas innovaciones para los seguidores de la serie en lo que respecta a su desarrollo. Una rutina muy bien llevada y totalmente acorde con los parámetros planteados por las entregas anteriores sin dudas, pero que está muy lejos de establecer "reglas nuevas" como promete el póster de la película.

Si se es un fan acérrimo de la saga y si no se exige algo realmente novedoso, seguramente no decepcionará. A mí en lo personal me gustó y se me hizo bastante llevadera, lo que no significa que no hubiese preferido alguna variante argumental más jugada y no un climax que, salvando la secuencia de los cinco minutos finales en el hospital, es casi un clónico de los films anteriores.
A pesar de todo y frente a una cartelera anémica de títulos de género potables, "Scream 4" me parece una opción recomendable que merece ser vista sea uno seguidor o no de la serie.

Puntaje: 6/10