La versión original de "Fright Night" dirigida por Tom Holland en 1985, se convirtió inesperadamente en un éxito de taquilla en su época y un verdadero film de culto más tarde. Su mezcla de terror vampírico con dosis de comedia juvenil funcionó muy bien y terminó generando escuela dentro del género.
Como no podía ser de otra manera y como viene siendo la costumbre desde hace años con todo film ochentero que haya tenido un mínimo de éxito, el pasado año 2011 nos llegó su remake; "Noche de miedo" dirigida en esta ocasión por el recién llegado al género Craig Gillespie.
Aunque el film original siempre me ha gustado, jamás lo consideré algo tan excelso como para ponerlo a la altura de un clásico referente en su tipo. Quizás ese es el motivo por el cual esta nueva versión me ha gustado tanto, a tal punto que en varios aspectos me parece que supera a su antecesora. Aunque la premisa base es la misma (chico de barrio descubre que su vecino es un vampiro que está asesinando a sus otros vecinos e intenta detenerlo por sus propios medios) su desarrollo toma carriles bastante diferentes. Esto quizás desencante a quienes esperen una versión más fiel al original, pues si bien las dosis de terror y sangre son muy superiores, el factor comedia no lo es tanto, quedando reducido a ocasiones muy puntuales, la mayoría de ellas relegadas a las apariciones de David Tennant como el cazador de vampiros Peter Vincent, papel que en 1985 interpretara Roddy McDowell y cuya timorata presencia en pantalla por sí sola ya era graciosa. En el caso del Vincent interpretado por Tennant, el personaje resulta mucho mas oscuro y su humor se basa más que nada en el extravagante modo de vida que lleva como famoso ilusionista de Las Vegas y en sus casi constantes arrebatos de egolatría. De todas formas, eso le basta para tener en determinados momentos más protagonismo que el resto del elenco.
El otro personaje mutado de una versión a otra es el del vampiro. No queda nada del elegante, seductor y clásico chupasangre que genialmente interpretara en 1985 Chris Sarandon (que a propósito, tiene un cameo en este film). El vampiro compuesto por Colin Farrell es más bien un reflejo de estos tiempos; gusta de la televisión chatarra, utiliza una camioneta negra pick-up mal cuidada y pondera la comodidad al vestir por encima de la elegancia. Sus víctimas ya no son exclusivamente prostitutas o chicas jóvenes, prefiriendo familias enteras de su barrio como presas para sus cenas.
El resto del reparto, incluido el protagónico de Anton Yelchin -recién salido de "Star Trek: El futuro comienza"- sencillamente cumple con las expectativas, con destaque quizás en la madre del protagonista, una muy prolija Toni Collette, cuya participación luce tal vez un poco desaprovechada.
Otros cambios del guión incluyen persecuciones varias -destacable la de la carretera en medio de la noche-, algunos giros argumentales interesantes inexistentes en la primera versión y un clímax final que, sin ser nada que no se haya visto antes, es bastante más espectacular y sangriento que el del film original.
Los efectos especiales están bastante bien, aunque como ya es costumbre en producciones de este tipo casi todos son enteramente generados por computadora, lo que hace que uno eche un poco de menos aquellos entrañables efectos de maquillaje que tan bien lucían en los años 80.
"Noche de miedo" 2011 es un aceptable film de terror pasatista.
No tiene demasiado humor ni comedia, o al menos no tanto como la versión de 1985, haciendo más hincapié en la truculencia bien filmada y las secuencias de acción por sobre cualquier otra cosa.
Su tibia recepción en salas norteamericanas en el momento de su estreno le bastó para recaudar lo suficiente y superar sus costos de producción.
No sería nada raro que en poco tiempo más se estuviera produciendo una continuación la cual, esperemos, sea mejor que la espantosa secuela que tuvo el film original en 1988.
Su tibia recepción en salas norteamericanas en el momento de su estreno le bastó para recaudar lo suficiente y superar sus costos de producción.
No sería nada raro que en poco tiempo más se estuviera produciendo una continuación la cual, esperemos, sea mejor que la espantosa secuela que tuvo el film original en 1988.
Puntaje: 6/10