viernes, 28 de febrero de 2014
"El Emperador" (Emperor, 2013) de Peter Webber
Año 1941. Mientras que el continente europeo se desangraba en una guerra total desatada por la Alemania nazi, los norteamericanos tuvieron su propia guerra en el Pacífico enfrentando al Japón del emperador Hiroito, por ese entonces aliado a las llamadas fuerzas del Eje junto a Alemania e Italia.
Con las fuerzas de Hitler retrocediendo en el frente ruso hacia 1944, lo que auguraba una muy cercana derrota para el régimen nazi, Estados Unidos centró sus fuerzas en hacer retroceder al Japón de sus posiciones en el océano Pacífico, gesta bélica que culminó con la derrota total de los nipones tras el lanzamiento de dos bombas atómicas sobre Hirsohima y Nagasaki en 1945. La enorme tragedia que representaron estos dos hechos opacó en buena medida todo lo que sucedió después en esa zona del mundo.
"El Emperador" viene a ser un buen ayuda memoria en ese aspecto, tomando como punto de partida la llegada de un victorioso general MacArthur al derrotado Japón con una titánica misión; ayudar a reconstruir el país y convertirlo en un aliado de Estados Unidos.
Sin embargo, ese objetivo estaba supeditado a otro que el gobierno estadounidense consideraba prioritario; el juicio y castigo de los militares nipones que planearon el ataque a Pearl Harbour en 1941. La película se centra en la investigación realizada por el asesor del general MacArthur, Bonner Fellers (Matthew Fox) tratando de establecer la culpabilidad o no de los diferentes líderes políticos y militares japoneses que impulsaron la contienda. Culpabilidades que, de extenderse al mismísimo emperador de Japón, podrían haber tenido consecuencias sociales y políticas muy distintas a las que la históricamente conocemos.
Lamentablemente, el desarrollo de la historia no es tan bueno como la premisa en la que se basa.
"Emperor" cae demasiado a menudo en numerosos tiempos muertos que de a ratos la hacen monótona, casi todos generados por el trasfondo romántico paralelo a la investigación que involucra al personaje de Fox y su relación amorosa con una chica nipona previa al conflicto, relación mostrada através de numerosos flashbacks que intentan darle mayor trascendencia al personaje. El problema es que ese drama personal, tal como está encarado, no logra su objetivo y solo entorpece la trama investigativa que, de últimas, es el motor y verdadero interés del conjunto.
Matthew Fox, que desde el final de la serie "Lost" ha intentado encontrar su lugar en el mundo del cine, encara con la dignidad que puede su primer rol enteramente protagónico, y aunque se puede decir que es medianamente aceptable, su personaje no llega a generar casi nunca una empatía mínima con el espectador, menos aún cuando aparece en escena junto a un titánico Tommy Lee Jones interpretando a un más que creíble Douglas MacArthur, un papel que acapara toda la atención y que opaca por entero la labor de Fox.
Por otro lado y como toda historia encarada desde desde el punto de vista de los vencedores, no faltará quien critique su pasividad en algunos temas o su falta de profundización en otros, sobre todo en lo que refiere a la necesidad y consecuencias reales de lanzar dos armas de destrucción masiva para terminar un conflicto, temas que apenas son tocados por el guión dirigido por Peter Webber.
Aún así, con todos sus pros y contras y tal como dije al comienzo de este comentario, el valor real de "El Emperador" se encuentra en darle más luz a un hecho oscurecido tanto por la tragedia previa al mismo como por el pasar de los años.
Puntaje: 5/10
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