martes, 28 de abril de 2009

"El nuevo novio de mi mamá" (My Mom's New Boyfriend) de George Gallo

"El nuevo novio de mi mamá" es uno de los films supuestamente reideros más anodinos que yo recuerde. Un intento absolutamente forzado de querer combinar una trama rebuscadamente romántica con un policial del montón.
Luego de soportar durante hora y media este esperpento cinematográfico disfrazado de comedia, me surgieron varias reflexiones que paso a enumerar:

1) Que Banderas está en horas bajísimas y que sigue siendo tan poco gracioso para la comedia y tan sobreactuado como siempre. Por lo menos no alcanzó el nivel de sobreactuación que tuvo en "Asesinos" junto a Stallone, lo cual ya sería un hito.

2) Que Meg Ryan va en el mismo camino de Banderas; barranca abajo en su carrera. Este retorno a la comedia -luego de transitar sin mucho éxito por papeles más serios como en el aburrido thriller erótico "En carne viva" (2003)- resultó un bochorno ya que la elección de este papel no la favorece en nada. Sus contínuos arrebatos de risa y sus pataletas de adolescente hacen que más de una vez nos preguntemos si realmente está actuando o si está drogada .
Y ya que estamos ¿como rayos no se da cuenta que el botox en la cara le sienta pésimo?

3) Que es posible que Colin Hanks tenga un futuro en la actuación, pero aún está muy, pero muy lejos de la calidad actoral de su padre, Tom, por lo que mejor sería que empiece a ser un poco más selectivo con los argumentos en los que se mete.

"El nuevo novio de mi mamá" es un producto que atrasa 20 años al género de la comedia. Se puede entender que no tiene la obligación de renovarlo, pero una cosa es la falta de pretensiones y algo muy distinto es el jugarse todas las cartas al poco y nulo carisma de sus protagonistas solo por que sus nombres alguna vez significaron algo para el espectador medio.


Una de las peores comedias del año... y con muy poco esfuerzo, de la década.

Puntaje: 2/10

lunes, 27 de abril de 2009

"Sin Escape" (Captivity) de Roland Joffé

Roland Joffé se ganó una reputación de buen director a mediados de la década de los 80 gracias a películas bien recibidas tanto por el público como por la crítica como lo fueron "Los gritos del silencio" y "La Misión". Su prole como director no ha sido demasiado numerosa -tan solo 13 películas en casi 25 años- pero salvando patinazos estrepitosos como la pésima adaptación al cine del videojuego "Super Mario Bros." en general se puede decir que su carrera no ha tenido grandes baches... hasta ahora.

Ese bache tiene por título "Sin Escape", su último trabajo y la única película de género que ha dirigido hasta la fecha. A modo de resumen, diré que la historia va de una jóven modelo -interpretada por Elisha Cuthbert- que es secuestrada y metida en una especie de celda donde es sometida a una serie de juegos sádicos y sangrientos por parte de un misterioso personaje encapuchado, cuyos objetivos para tanta ilógica insanía quedarán al descubierto a mitad del relato, arruinando así la poca gracia que la película pueda tener hasta ese momento. Lo que sigue a eso es una suma tras otra de despropósitos, que terminan en un final -de tres alternativos que filmó Joffé- que intenta sorprender al espectador mostrando una arista oscura de la protagonista pero que para esas alturas no produce ningún resultado que pueda borrar el aburrimiento generado.

Resulta cuanto menos curioso que un hombre como Joffé, que jamás ha dado señales de interesarse por el género terrorífico, haya tomado la batuta directriz de este mamotreto. "Sin Escape" es, por lejos, una de las peores películas que he visto en lo que va del año y una de las peores jamás hechas dentro del género. Un intento burdo de querer imitar la mecánica sangrienta y los ambientes opresivos de productos como "El juego del Miedo" (Saw) pero intentando impostarle un toque supuestamente "psicológico" al asunto en un intento fallido de darle a un producto hueco una profundidad que no tiene ni puede tener.

Lo peor de todo es que a pesar de sus intentos por querer parecer una cosa o la otra, no termina funcionando como ninguna y el resultado final es algo vacuo, sin sentido, que ni por asomo da miedo y que no deja ninguna reflexión valedera.
Puntaje: 3/10

jueves, 23 de abril de 2009

"PUNISHER 2: Zona de Guerra" de Lexi Alexander

El "Punisher" -o "Castigador" en su traducción al castellano- es uno de los héroes menos conocidos de la editorial Marvel. Creado a comienzos de la década del setenta como un villano segundón, su aparición se vió eclipsada por la fama de otros héroes de la misma editorial más atractivos para el público como Spiderman y Hulk entre tantos otros.
Punisher no es un superhéroe tradicional; de hecho, está lejos de lo que podríamos llamar un auténtico superhéroe ya que carece de cualquier tipo de superpoder y el universo en el que se mueve suele ser bastante menos fantástico que el de la mayoría de los personajes de la Marvel Comics.

Punisher es lo más parecido a "El Vengador Anónimo" con el que el desaparecido Charles Bronson lucró durante años. Su verdadero nombre es Frank Castle, un ex militar cuya vida es destruida cuando la mafia asesina a toda su familia. La única forma de mitigar su dolor es saciando su sed de venganza, asesinando criminales y arrasando familias mafiosas completas. Sus únicos "poderes" son su ingenio y su entrenamiento militar, que aunado a un arsenal de todo tipo de armas de fuego le permiten realizar verdaderas cacerías de exterminio de criminales, siempre al margen de la ley y perseguido por la policía.

Hasta hoy se han realizado tres versiones fílmicas sobre el personaje. La primera de 1990, con Dolph Lungren como protagonista, una película entretenida aunque no demasiado fiel al comic y con demasiado tufillo a producto televisivo. En el 2004 se realizó una nueva versión, esta vez protagonizada por Thomas Jane acompañado de John Travolta como su rival villanesco, un poco más fiel al comic original y que pasó con cierto éxito por los cines.
Y finalmente la que aquí voy a comentar; "Punisher 2; Zona de Guerra" que intenta ser una continuación de la versión del 2004. Thomas Jane es sustituido por el televisivo Ray Stevenson, un actor cuyo parecido físco con el personaje es bastante mayor que el que tenia Jane. El trabajo de Stevenson no está mal, pero no es mejor. Su "Punisher" resulta mucho más expeditivo y violento, cosa de agradecer, pero también denota cierta distancia emocional con los motivos por los cuales hace lo que hace. Posiblemente sea una de las tantas carencias de un argumento que, entre muchos otros defectos, resulta demasiado lineal y predecible.

Cada disparo que el héroe realiza se termina traduciendo en una cabeza explotando o algún mafioso con el pecho reventado. Esa gratuidad de la violencia termina siendo la mayor virtud de un argumento que prefiere olvidar darle cualquier tipo de matiz o contenido a las actuaciones así como a desarrollar mejor algunas subtramas, -el agente del FBI que persigue a Castle, la muerte de un policía encubierto por error y el consiguiente remordimiento del Castigador por ello- líneas argumentales que de haberse explotado mejor hubiesen hecho del film un producto mucho más rico, pero que terminan siendo enterradas por falta de interés.

El otro punto negativo son los villanos. Ninguno parece estar jamás a la altura del protagonista.
El malvado Jigsaw interpretado por Dominic West resulta a duras penas una pálida caricatura del Guasón de Batman. Su sobreactuación roza lo bochornoso; basta ver para comprobarlo secuencias como esa en la que recluta un ejército de asesinos para matar al Punisher, arengando a sus tropas con pasito marcial y con un discurso payasesco que no viene al caso. Lo mismo podría decirse de Doug Hutchinson interpretando al hermano de Jigsaw, un actor de origen televisivo que suele hacer papeles de villano, pero que aquí no convence a nadie quedando como un caníbal saltimbanqui que da mas risa que miedo.

Dentro de todo, "Punisher 2: Zona de Guerra" resulta entretenida más por la calidad y violencia de sus secuencias de acción que por otra cosa. De todas formas, es una pena que se haya desperdiciado la oportunidad de darle al personaje central y a su entorno un matiz más profundo y serio que hubiese hecho de esta entrega algo un poco mejor de lo que terminó siendo.

Puntaje: 5/10

miércoles, 22 de abril de 2009

"WATCHMEN: Los Vigilantes" de Zack Snyder

Hicieron falta casi dos décadas y media para que Hollywood decidiese adaptar la que es considerada por muchos la mejor novela gráfica de la historia.
"Watchmen" es un comic creado por el genial Alan Moore y dibujado por el no menos genial Dave Gibbons publicado por primera vez en 1986 en forma de una serie de 12 números que posteriormente formarían un único volumen. Se trata de una ucronía oscura y desalentadora desarrollada en un año 1985 alternativo en el que se nos presenta a un mundo a punto de entrar en una guerra nuclear entre Estados Unidos y la Unión Soviética y donde los superhéroes forman parte de la sociedad estadounidense aunque su accionar fuese prohibido por el gobierno de ese país a mediados de la década del setenta. Cuando El Comediante, un antiguo miembro del equipo de superhéroes conocido como Watchmen (Vigilantes) es brutalmente asesinado, todo parece indicar que es el comienzo de una conspiración para matar a todos los ex-integrantes del grupo.

Es probable que la traslación de un producto de implicaciones casi míticas como este tenga tantos detractores como firmes seguidores. En lo personal, debo admitir que aunque reconozco la enorme calidad de la obra en la que se basa nunca la consideré un producto que exigiese mi culto por lo que es posible que mi punto de vista difiera del de los más puristas y fanáticos de la novela gráfica. Esto lo digo porque son justamente ellos quienes quizás consideren al producto de Snyder demasiado amputado o resumido al ver que varias de las líneas argumentales del comic fueron eliminadas o convenientemente alteradas. Así, elementos importantes dentro de la estructura del comic, como la subtrama del chico leyendo el tebeo de "La fragata negra", que funciona como una alegoría a los hechos que sucederán hacia el final del relato o como los apéndices al final de cada capítulo que narran la historia de los superhéroes del pasado, fueron directamente suprimidos, mientras que otras partes fueron virtualmente modificadas.
Algunas de esas modificaciones tienen su sentido estético -las secuencias de acción son impresionantes aunque pequen de cierta influencia "Matrix" y la forma de retratar su violencia tiene que ver más con el estilo de filmar de Snyder que con el plasmado en el papel por Moore- pero otras no tienen absolutamente ninguno-la violación de Miss Júpiter, un hecho consumado en el comic, aquí es algo mas bien sugerido lo que hace menos efectivo parte del descenlace-. Por otro lado, el final también difiere del pergeniado por Moore en las viñetas, aunque hay que reconocer que el mismo esta correctamente implementado por lo que no queda descontextualizado ni pierde el sentido que la obra original establece.
Lo que Snyder y sus guionistas hicieron, básicamente, fue lo que creo que hubiese hecho cualquier otro que tuviese la titánica tarea de trasladar una obra tan masiva como la de Moore a la pantalla; tomar la trama central y los numerosos flashbacks mostrados en el comic como el hilo conductor que explica la realidad en la que se desarrollan los protagonistas. El resultado no fue para nada malo, porque a pesar de las amputaciones y modificaciones ya mencionadas, la película tiene una impresionante fidelidad con la obra impresa. De hecho, la enorme mayoría de los planos y la estética general del film son un calco casi exacto de los mostrados en las viñetas del comic.
Está claro que el precio de buscar la mayor fidelidad posible con su homónimo impreso muchas veces significó sacrificar, en cierta medida, la comprensión del producto por parte de ese público que conoce poco o nada de la obra de Moore, que se sentirá de a ratos bastante perdido entre tanta maraña de personajes -algunos bastante complejos- y situaciones que mezclan realidades históricas con otras que no lo son. Desde ese aspecto, se puede decir que le eliminación de las tramas accesorias a la central fue un acierto ya que harían de la película un producto demasiado extenso, casi inaccesible para el público medio y relegaría la película a ser algo de consumo casi exclusivo para quien leyó la obra impresa.

Como todo en la vida, el "Watchmen" de Zack Snyder tiene sus pros y sus contras, pero es innegable que se trata de una estupenda adaptación, bastante mejor de lo esperable, que probablemente no será del gusto de cualquier público -quien espere ver algo como Spiderman o Batman se llevará una decepción- por más que sea notorio su encomiable intento de querer alcanzar al espectador que desconoce la obra gráfica.
Puntaje: 8/10

martes, 21 de abril de 2009

¿¿¿ Remake de "Volver al futuro" ???

Quienes hace unos meses nos sorprendimos -pero mal- con la noticia de que Darren Aronofsky prepara un innecesario remake de "Robocop", el clásico de Paul Verhoeven de 1987, posiblemente quedemos igual de perplejos de confirmarse esta noticia.

Parece que viene tomando fuerza la idea de hacer un remake del superclásico de los 80 "Volver al futuro" de Robert Zemeckis, que tendría como protagonista -y ahora si... tiemblen!!- al señorito Zac "High School Music" Efron, quien ha señalado en la revista GO Magazine que siempre ha admirado la trilogía original y que sería un placer ocupar el papel que tan bien interpretara el ahora cuarentón M.J. Fox.


Para Efron es la oportunidad dorada de dejar definitivamente atrás una vida de canciones y bailes que lo vienen encasillando desde hace ya bastante tiempo.
En fin... una más de esta ola demencial de remakes constantes que sufre Hollywood debido a la notoria sequía de ideas nuevas explotables.

miércoles, 15 de abril de 2009

Verdugos de la Justicia ("The Star Chamber"* 1983) de Peter Hyams

Peter Hyams ha sido desde hace años uno de mis directores favoritos. No es James Cameron ni Scorsese, ni tiene la trascendencia y la popularidad de ellos y aunque su trabajo resulta bastante más impersonal hay que reconocer que es un artesano que se ha forjado una carrera bastante próspera en base a productos de géneros tan disímiles como el terror ("The Relic", 1997), el policial ("Presidio", 1988) o la ciencia ficción ("Capricornio Uno", 1978, "Timecop", 1994).

En 1983 dirigió "Verdugos de la Justicia", protagonizada por un joven Michael Douglas interpretando a Steven Hardin, un juez de la ciudad de Los Ángeles desencantado con su función de impartir justicia al ver como cada criminal que cae en su corte logra quedar en libertad por el mero hecho de explotar las fisuras del sistema judicial estadounidense. Fallo tras fallo, la fe en el sistema que debe defender se va desmoronando, hasta que es contactado por el juez Caulfield (Hal Holbrook) quien lo invita a formar parte de un tribunal secreto de justicia que funciona al margen de las leyes y cuyo accionar decide la muerte de los criminales que salen libres debido a las debilidades de ese sistema judicial que, se supone, jueces como él deben defender.

Aunque en un comienzo la película apunta a ser una especie de alegato sobre las aparentes fisuras del sistema de justicia del gran país del norte, el relato pronto toma tintes más cercanos a los del policial tradicional, terreno en el que Hyams siempre se ha sabido mover mucho mejor. Ello no le quita efectividad al conjunto que a pesar de la poca credibilidad de algunas de las variantes planteadas -sobre todo en las secuencias finales- termina siendo un pasatiempo sumamente entretenido y una reflexión más o menos seria sobre los peligros de la justicia por mano propia.
La interpretación de Douglas es aceptablemente buena y da bien con el tono del papel que debe representar. Junto a él un siempre impecable Hal Holbrook, un veterano actor al que los papeles de corrupto engañador siempre le vienen como anillo al dedo, y Yaphet Kotto en su enésima interpretación de policía cansado de su trabajo.

En resumen; cine policial entretenido, bien filmado y actuado, con una veta reflexiva sobre los conceptos de legalidad y justicia que podrá convencer o no dependiendo que tan seriamente se tome el espectador de turno algunas de sus alternativas menos creíbles.

Puntaje: 7/10

*: El título original en inglés, "The Star Chamber" (La Cámara Estrella), hace referencia a un sistema de tribunales británicos de los siglos XV al XVII que poseía poderes de resolución y sentencia extraordinarios y que solían juzgar delitos relacionados con la traición. Sus sentencias podían ir desde una simple multa hasta la pena capital.

martes, 14 de abril de 2009

Una restrospectiva a la primera saga de "Viaje a las estrellas"

A menos de un mes del estreno de la que puede ser la resurrección cinematográfica del universo "Star Trek", me pareció oportuno hacer una breve reseña de los primeros seis largometrajes centrados en las aventuras de los protagonistas originales de la serie televisiva, protagonizada por William Shatner (capitán James T. Kirk), Leonard Nimoy (Sr. Spock) y Deforest Kelly (Dr. McCoy). En el film dirigido por J.J. Abrams veremos a los mismos protagonistas pero interpretados por un elenco más juvenil encabezado por Chris Pine (Kirk) , Zachary Quinto (Spock) y Karl Urban (McCoy). Esperemos que su trabajo nos traiga a la memoria las buenas viejas aventuras de la serie de antaño.
Viaje a las estrellas: La película (1979) – Robert Wise
La idea de los estudios Paramount de competir en el rubro de la ciencia ficción con el arrollador éxito de “Star Wars” de la Fox, dio como resultado la resurrección de la mítica serie original de los años 60 en forma de un largometraje que reuniría a todo el elenco original de la misma. Inicialmente, la idea era realizar una nueva serie televisiva llamada “Star Trek: Phase II”, pero el proyecto no prosperó por lo que todos los medios técnicos y artísticos que iban a estar destinados a ella terminaron utilizándose en el rodaje de la película. En ésta, la tripulación original –encabezada por el ahora almirante Kirk y el señor Spock- deben enfrentar una amenaza venida del espacio profundo; un gigantesco vehículo alienigena que se dirige a la Tierra destruyendo todo a su paso al cual la nave Enterprise debe interceptar para determinar sus reales intenciones.
Película bastante larga –su versión final editada en dvd supera ampliamente las dos horas- no logró colmar las expectativas ni de los fans ni del público en general que la consideraron demasiado fría y carente del humor y calidez que sus protagonistas centrales transmitían en la serie original. El veterano director Robert Wise –que admitió en su momento no conocer demasiado el universo de la serie, cosa que se notó bastante- deja la sensación que se limitó a cobrar su cheque y poco más. El ritmo narrativo resulta demasiado lento, prácticamente no hay secuencias de acción –salvo una batalla espacial al comienzo- y todo el asunto queda relegado a una cantidad enorme de diálogos y discusiones entre sus protagonistas además de a un muestrario de estupendos efectos especiales que hicieron que el film estuviera nominado al Oscar por ese rubro. Junto a esto último habría que destacar también la maravillosa música compuesta por el maestro Jerry Goldsmith, una joya del soundtrack que se convertiría con el correr de los años en marca característica del universo trek.
En resumidas cuentas, el film de Wise termina siendo un producto aceptable solo en términos de contenido pero no de forma.

Viaje a las estrellas 2: La ira de Khan (1982) – Nicholas Meyer
Los malos resultados en taquilla de la primera entrega hicieron que los productores cambiaran totalmente el diseño de producción en esta continuación, que además parte de un punto cero ignorando todo lo visto en la película anterior. Los cambios surtieron efecto y el público recibió con beneplácito esta segunda parte que, además, tiene la rara distinción de ser la primera continuación directa de un episodio de serie televisiva en cine. El malvado Khan del título –interpretado por Ricardo Montalbán- era un villano de la serie original que en este film regresa para vengarse del almirante James T. Kirk, motivo por el que ataca al Enterprise y roba un poderoso dispositivo llamado “Génesis” que tiene tanto el poder de generar vida donde no la hay como de destruirla completamente. El novel director Nicholas Meyer logra que el relato no se descanse tanto en los efectos especiales –que no son tan buenos como los de la primera parte- ni se toma demasiado tiempo en presentar a sus protagonistas, que aquí recuperan toda la gracia y efectividad de la serie original merced a unos diálogos ágiles y bien llevados que dejan en claro rápidamente las motivaciones de los mismos. Las escenas de acción llegan en los momentos justos y son realmente estupendas.
Especialmente tocante para el fandom trekker la secuencia de la muerte del señor Spock, que generó todo tipo de discusiones y rumores en su época sobre si habría o no una secuela.
En resumen; una continuación más que aceptable, superior con creces a su antecesora.



Viaje a las estrellas 3: En busca de Spock (1984) – Leonard Nimoy
Continuación directa del film anterior, comienza con el regreso del malogrado Enterprise a la Tierra y con la tristeza en su tripulación por la muerte de Spock. Pronto se descubre que el oficial vulcano no ha muerto del todo –como era esperable- por lo que Kirk y su gente deciden robar el Enterprise para volver al planeta Génesis, lugar donde reposa el cuerpo de su compañero. La cuestión se complica cuando al llegar descubren que los malvados klingons –enemigos clásicos de la serie original- se han adueñado del planeta y han tomado prisionero entre otros al mismísimo hijo del almirante Kirk.
El regreso a la vida de Spock no tiene demasiado asidero lógico. Solo las particularidades de la raza vulcana -tantas veces explicitadas en la serie- pueden hacer medianamente creíble el trasfondo metafísico de su resurrección, pero aún así resulta el punto más endeble del guión. Al menos, esta tercera entrega ofrece dosis de acción y suspenso similares a los de la segunda parte. El actor Leonard Nimoy se reparte un poco entre su señor Spock y la batuta directriz del relato haciendo un trabajo llevadero, quizás no tan bueno como el de Nicholas Meyer en el film anterior, pero decididamente aceptable.
Algunas secuencias para el recuerdo; la autodestrucción del Enterprise –la mejor que he visto en un film de género hasta ahora- y la muerte del hijo de Kirk a manos de los klingon.
En definitiva, una tercera parte disfrutable y que hacía pensar en una prometedora cuarta entrega.

Viaje a las estrellas 4: Misión salvar la Tierra (1986) – Leonard Nimoy
La destrucción de la nave Enterprise así como las muertes de Spock y del hijo de Kirk volvieron al universo trek demasiado oscuro. Es así que esta cuarta película se planteó con un tono de comedia más pronunciado que en cualquiera de las restantes de la saga.
Fiel al espíritu de la serie televisiva, pretendía ser un reflejo de los tiempos que corrían en ese momento, por lo que la ecología y los peligros de la extinción de las especies son la base temática de esta entrega.
Una amenaza venida del espacio obliga al almirante James T. Kirk y a su tripulación a viajar al siglo 20 para capturar ballenas yubarta, animales extintos en el siglo 23 y la única especie que puede contactarse con la entidad alienígena que amenaza con destruir la Tierra.
El guión, aunque encomiablemente ecologista, no deja de ser un poco traído de los pelos y centra casi todo su potencial en el factor humorístico de ver a un grupo de personajes venidos del futuro enfrentarse a las costumbres del año 1986.
Nimoy volvió a la dirección en esta secuela y no hace un trabajo mejor que en la anterior, pero tampoco peor.
Efectos especiales regularitos, alguna que otra incoherencia argumental sobre la lógica de viajar por el tiempo y algunos gags cómicos hechos a la medida del dúo Shatner-Nimoy dan por resultado un film que, aunque efectivo, resulta inferior en calidad general a los dos anteriores.

Viaje a las estrellas 5: La frontera final (1989) – William Shatner
Posiblemente el ver a su compañero de reparto tomar la dirección de los dos capítulos anteriores impulsó a William Shatner a querer hacer lo mismo con esta quinta parte. Sería fácil echarle la culpa de los pésimos resultados de crítica y público de ésta secuela a su labor como director, pero también sería injusto.
La idea base -la nave Enterprise tomada por asalto por un líder vulcano renegado para ir a buscar el planeta donde “vive” Dios- resultaba, a priori, tan ambiciosa como prometedora. Lamentablemente su ejecución dio por el piso con cualquier expectativa.
La frontera final” es, siendo amables, el más flojo de todos los filmes de “Star Trek”. Entre sus defectos más notorios se destacan la paupérrima calidad de sus efectos especiales –los peores de toda la saga-, algunas de las peores secuencias humorísticas ideadas, sospecho, por el mismo Shatner y que convierten a algunos personajes en verdaderos bufones –Scotty parece un idiota y el desnudo de Uhura, que contaba con casi 60 pirulos en esa época, luce descolocado y sin sentido- y un final tan apresurado como poco convincente.
Lo más positivo; la banda sonora a cargo nuevamente de Jerry Goldsmith, que hizo un trabajo veinte veces mejor que la película a la cual fue destinado.

Viaje a las estrellas 6: Aquel país desconocido (1991) – Nicholas Meyer 
El estrepitoso fracaso de la anterior entrega puso en duda la posibilidad de que se rodara una nueva secuela. Sin embargo, y de forma bastante sorpresiva, la Paramount decidió apostar por producir una sexta película de la saga. Planteada como una gran despedida, “Aquel país desconocido” vuelve a responder a la costumbre de la vieja serie televisiva de reflejar su época. Es así que la trama plantea la caída del Imperio Klingon y el fin del conflicto con la Federación como una analogía nada solapada a la caída del comunismo a fines de los años 80. La nave espacial Enterprise inicia así su último viaje con la misión de escoltar al embajador klingon a la Tierra para firmar el tratado de paz. Sin embargo, el embajador es asesinado y Kirk es el principal sospechoso por lo que es tomado prisionero, cosa que puede significar el comienzo de una guerra de dimensiones galácticas.
Nicholas Meyer fue el elegido para dirigir esta nueva entrega, y al igual que hizo con “La ira de Khan”, su trabajo fue estupendo. El film resulta una notable combinación de cine de suspenso, acción y ciencia ficción por partes iguales, una auténtica sorpresa –y todo un alivio- después de los magrísimos resultados de la pésima “La frontera final”.
Notables efectos especiales y estupendas secuencias –con destaque, la mejor escena de acción en gravedad cero que recuerde y una fantástica batalla final entre el Enterprise y una nave klingon- así como una trama que progresa sin demasiadas dilaciones, que no aburre y que al terminar deja al espectador con ganas de ver más.
Un film que funciona maravillosamente como broche de oro. Una despedida emotiva y triunfal de todo el elenco original que jamás volvería a reunirse para un producto de la franquicia.

martes, 7 de abril de 2009

El retorno de "Viaje a las estrellas"


"Viaje a las estrellas" o "Star Trek" es , para quien no lo sepa, una de las sagas de ciencia ficción más iconográficas de la historia de la televisión y el cine. La serie televisiva creada por el desaparecido Gene Rodenberry a mediados de los años 60 ha tenido a lo largo de los años diversas resurrecciones; como serie de dibujos animados a comienzos de los 70, como largometraje en 1979 con varias secuelas y con numerosas re-adaptaciones de la idea original en sucesivas series televisivas desde 1987 hasta hace pocos años.
La sobre explotación de las ideas y parámetros base de la mítica serie sesentera hizo que paulatinamente decayera el interés del público en el universo "trek" lo que se tradujo en el relativo fracaso de las últimas películas de la saga cinematográfica.

En el año 2007, J.J. Abrams, director de la entretenida "Misión: Imposible 3", anunció que se proponía producir y dirigir un nuevo film de la saga, una precuela centrada en mostrar los orígenes de los protagonistas de la serie original -el capitán Kirk, el señor Spock y companía- una noticia que fue tomada de forma muy positiva por los fanáticos de la serie.
A juzgar por todo el material visto en internet y otros medios, la cosa parece prometedora, tal es así que ya se especula que esta nueva revisión del universo "Star Trek" podría ser el punto de partida de una nueva saga de películas para el cine y de una muy probable serie televisiva.
Si todas esas especulaciones pueden hacerse realidad o no, el público estadounidense lo podrá decidir el próximo 8 de mayo, fecha de estreno en su país. Aquí por el sur, probablemente tardemos un poco más en saberlo ya que no hay, ni por asomo, fecha prevista de estreno.

sábado, 4 de abril de 2009

"Bajo Anestesia" (Awake) de Joby Harold

Debo reconocer que hasta que vi esta película no tenía ni la más peregrina idea de que existiese algo llamado "percepción intraoperatoria". Se trata de una curiosa situación que -según nos explica el mismo film- vive uno de cada 700 pacientes destinados a cirugías extremas y por la cual la víctima, a pesar de estar debidamente anestesiada, permanece consciente durante toda la operación, sintiendo inclusive el corte del bisturí en su cuerpo y la extracción de sus órganos, siendo incapaz de transmitir su estado a los médicos que lo intervienen.

"Bajo Anestesia" no centra su argumento en esta particular y poco conocida condición sino que solo intenta utilizarla como parte de la excusa que sirve de desenlace a la trama. La historia nos presenta a Clay Beresford (Hayden Christensen) un joven millonario que sufre de una dolencia cardíaca que solo puede resolver con un transplante al corazón y que inicia un romance con Sam (Jessica Alba), secretaria de su propia madre, cuyo amor por ella mantiene en secreto por saber que no será aceptado por su progenitora.

El relato se desarrolla hasta ese momento con una normalidad rutinaria típica de un film romántico más, hasta pasar al drama que significa el tema del transplante en si, momento en que se hace presente la ya explicada percepción intraoperatoria que hace que el joven Beresford no solo sienta cada corte en su carne sin posiblidad de pedir ayuda alguna sino que, en una maniobra argumental tan arriesgada como poco creíble, descubre que puede salir de su propio cuerpo, lo que le permite revelar un complot contra su vida pergeniado por quienes, en teoría, deberían salvarlo.

Este quiebre argumental exige en buena medida la anulación del sentido de incredulidad del espectador, que ve como una trama romántico-dramática se transforma en cuestión de dos minutos en un thriller policial con rasgos de ciencia ficción. El ver al personaje de Christensen deambulando como fantasmín por el hospital -al mejor estilo Patrick Swayze en "Ghost"- tratando de pedir ayuda sin que nadie pueda verlo resulta un cambio tan radical que anula la verosimilitud de un relato que, hasta ese momento, solo pecaba de poca originalidad.

Afortunadamente, el metraje dura lo justo -menos de 90 minutos- lo que evita que todo termine desbarrancandose y hundiendo aún más en el hastío que sus variantes argumentales proponen.


Puntaje: 4/10