domingo, 24 de mayo de 2009

"Duplicidad" (Duplicity) de Tony Gilroy

Tony Gilroy, guionista de la saga de Jason Bourne, logró el reconocimiento como director hace solo un par de años gracias al éxito de "Michael Clayton", película para mi gusto tremendamente sobrevalorada y que de forma inesperada logró estar nominada al Oscar como mejor película.

Con "Duplicidad" Gilroy vuelve al ruedo de los manejos sucios de las grandes y poderosas corporaciones -un tema que parece atraerle- pero más centrada en el ambiente del espionaje industrial y con una clara inclinación hacia la comedia. Dos antiguos espías, uno británico y la otra norteamericana -Clive Owen y Julia Roberts respectivamente- que tuvieron mejores épocas trabajando para sus gobiernos, se dedican ahora a aplicar todo lo que aprendieron en esos años a robar datos para sus empresas. Ambos se aman, pero trabajan para empresas y jefes rivales, hasta que surge una idea que puede terminar con todo eso y a su vez hacerlos millonarios; robar la secretísima fórmula de un revolucionario producto químico usando la rivalidad de sus empresas para sacarla y ofrecerla al mejor postor.

De esa manera, la trama se va desarrollando entre la comedia romántica y el suspenso, recurriendo a numerosos flashbacks que pretenden explicar algunas situaciones del presente, sobre todo en lo relacionado con la forma en la que los personajes de Owen y Roberts iniciaron su vínculo romántico. Todo se va convirtiendo paulatinamente en una red de mentiras en la que todos terminan engañando a todos; los protagonistas a sus compañeros, a sus jefes y todos ellos entre si.

El principal problema de "Duplicidad" es la predicibilidad de su trama; casi desde el mismo momento en que los protagonistas comienzan la ejecución de su plan uno puede oler por donde van los tiros. Es así que casi media hora antes del final cualquier espectador medio puede adivinar perfectamente cual será el mismo, haciendo que la supuesta "sorpresa" que pretende funcionar como broche de oro de todo el engaño fracase.
La química Owen-Roberts tampoco funciona demasiado bien y por momentos hasta se hace bastante plomiza enlenteciendo el desarrollo de la trama de suspenso que se resiente bastante alargando un relato que, por momentos, huele a demasiado estirado.
Para Julia Roberts representa un regreso con muy poca gloria tras interpretar papeles mas bien segundones en "Charlie Wilson´s War" (2007) y "Ocean´s Twelve" (2006), y en este caso no hace más que repetir un papel que ya debe saber de memoria de tantas veces repetirlo. Para Clive Owen... bueno, la demostración de que su aspecto apático lo limita bastante en este tipo de papeles.
Irónicamente, lo mejor de todo el conjunto actoral son sus secundarios; Paul Giamatti y Tom Wilkinson, que no aparecen mucho pero que juntos tienen la secuencia de comedia mas funcional de toda la película; un ralenti de pocos minutos al comienzo de la misma, una secuencia que tiene más gracia que casi todas las ocurrencias sumadas a lo largo de la película.

En resumidas cuentas, "Duplicidad" es una comedia romántica y de suspenso fallida, que no presenta nada nuevo con respecto a otros productos similares. Su derrotero de mentiras sobre mentiras y su cansino juego romántico terminan aburriendo más de lo que sorprenden haciendo que la película no funcione aceitadamente en ninguna de las variantes que propone.

Puntaje: 4/10

lunes, 18 de mayo de 2009

"Alien Raiders" de Ben Rock

Las invasiones alienígenes siguen dando tela para cortar a directores y guionistas. Esta producción clase B de título "Alien Raiders" es una cabal prueba de ello.

El film comienza mostrandonos a un grupo de bien armados asaltantes tomando un pequeño supermecado pueblerino a la fuerza. Pero sus motivaciones no son exactamente el robo. Buscan "algo" que se esconde allí dentro, entre los clientes y empleados del local; una criatura alienígena capaz de apoderarse de los humanos convirtiendolos en una especie de zombie, que busca perpetuarse en nuestro mundo.

Ben Rock, un desconocido director que no tiene en su haber ningún título destacable, lleva con buen ritmo el desarrollo de la historia que, notoriamente, bebe de muchas fuentes del género -desde "La Cosa" de John Carpenter hasta "El Amanecer de los Muertos" de Zack Snyder- logrando que muchas de las obvias carencias de este tipo de producciones no sean demasiado evidentes.

Parte de esas carencias son más notorias en dos aspectos fundamentales; la calidad de los efectos especiales y la composición del reparto. En el caso de los efectos -que son pocos y casi exclusivamente de maquillaje- solo se puede decir que cumplen su función con una nota de aprobado. Resultan creíbles y se ajustan a los requerimientos argumentales pero nada más.
En cuanto al reparto, el acotado presupuesto con el que generalmente cuentan este tipo de producciones no suele permitir la aparición de ninguna estrella ni de nombres conocidos, por lo que se optó por actores provenientes del mundo televisivo como Carlos Bernard, Mathew St. Patrick y Courtney Ford, todos ellos surgidos de series tan populares como "24" o "Prision Break" entre otras. Más allá de las diferencias actorales que pueda haber entre uno y otro, se puede decir que la elección en general fue la correcta ya que todos se muestran bastante creíbles y competentes en sus papeles.

El suspenso está bien sostenido durante casi todo el relato. Sin embargo, ello no quita que durante los minutos finales la cosa decaiga bastante, como si tanto el director como el guionista hubiesen perdido el rumbo convirtiendo lo que hasta ese momento era una hábil sumatoria de tensiones y sospechas en un producto más bien del montón, donde la más rutinaria acción toma las riendas del asunto atentando contra mucho de lo bueno que nos había ofrecido la película hasta ese momento.
El final, aunque coherente con todo lo mostrado, resulta rutinario y deja un mal sabor de boca junto a la sensación de que, mejor pensado, todo el asunto daba para mucho más.

Puntaje: 5/10

sábado, 16 de mayo de 2009

"Django" de Sergio Corbucci (1966)

La década del 60 vió el surgimiento y decadencia de uno de los subgéneros cinematográficos más efímeros de las últimas décadas; el spaghetti western. Surgido en Europa como imitación del western norteamericano pero con menor presupuesto, sirvió de plataforma de despegue a las carreras de actores como Clint Eastwood, Lee Van Cleef y Franco Nero y de directores en su mayoría italianos, como Sergio Leone -quien mejor supo plasmar el espíritu del subgénero- Rafael Romero Marchent o Sergio Corbucci entre tantos otros. De la mano de este último surgió en 1966 "Django", considerado por muchos uno de sus más fieles y violentos exponentes.
Django es un pistolero solitario, un personaje habitual del spaghetti western, que arrastra consigo un misterioso ataúd en el que carga un arma muy particular; una poderosa ametralladora. Al llegar a un perdido pueblo en la frontera mexicana, se verá enfrentado a dos bandos que pugnan por el poder en esa zona. Ninguno de ellos sospecha que el misterioso forastero planea una brutal venganza contra ambos.
Surgido a mitad de la vida útil del subgénero -el spaghetti murió apenas entrada la década de 1970- la carga violenta del film lo diferenció de otros de su clase, lo que hizo que hasta fuese prohibida su exhibición en varios países. Vista hoy día, dicha decisión parece exagerada ya que su carga de violencia explícita no es mayor que la de cualquier film de acción hollywoodense de la actualidad -ni siquiera de esa misma época-. Sin embargo la violencia fue su marca característica y uno de los elementos que mejor la vendió tanto en Europa como en el resto del mundo.
También representó el grito de gloria para Sergio Corbucci, director que aunque ya tenía una buena filmografía en su haber no había logrado aún ser reconocido, pero que tras su estreno quedó ubicado a la altura de su compatriota, Sergio Leone, que por ese entonces ya estaba en vías de dirigir su maravillosa y clásica "El bueno, el malo y el feo" (1968).
Franco Nero, actor italiano casi desconocido hasta ese momento, también saltó a la fama por su interpretación de Django, un papel que no volvería a interpretar en ninguna de las numerosas secuelas -casi todas ellas falsas- que tuvo la pelicula en los años siguientes.
Ver "Django" hoy día puede representar para el espectador medio una experiencia algo decepcionante si al visionarla no tiene en cuenta lo que representó para este subgénero. En lo personal, considero que está muy lejos de la calidad de cualquiera de los films de Leone de esa misma época, como "Por un puñado de dólares"(1964) o "Por unos dólares más"(1965) que aunque menos violentos mantienen una saludable vigencia merced a unos argumentos mejor estructurados, unos diálogos mucho más ingeniosos y una banda sonora más funcional a cargo siempre del genial Ennio Morricone . De hecho, no me parece mejor que otras producciones posteriores del mismo Corbucci como "El especialista" (1969) o "Vamos a matar compañeros" (1970) también con Franco Nero como protagonista.

Aunque es innegable que resulta un producto interesante de visionar por el valor antológico de algunas de sus secuencias -la mutilación de la oreja de uno de los personajes, inspiradora de una similar en "Reservois Dogs" (1993) de Quentin Tarantino, confeso admirador del spaghetti western, el enfrentamiento final entre el protagonista y sus perseguidores en medio de un cementerio- más otras que han sido imitadas hasta la saciedad tanto dentro como fuera del mismo subgénero, no deja de ser probable que su real dimensión como película se haya sobrevalorado con el correr de los años, sobre todo por la visión de aquellos cinéfilos más nostálgicos que en alguna época la colocaron en un pedestal en el cual, vista hoy día, dudosamente mereció estar.
Puntaje: 5/10

lunes, 11 de mayo de 2009

"Frágiles" de Jaume Balagueró

Unos años después que el español Jaume Balagueró diera lo mejor de sí con su premiada "Los sin nombre" y antes de su refrescantemente terrorífica "REC", escribió y dirigió "Frágiles", producto español pero hablado completamente en idioma inglés y filmado en las brumosas tierras de Gran Bretaña. Buena elección de escenario para una historia de ribetes sobrenaturales -conocida es la fama de ese país por sus leyendas de fantasmas- ya que casi todo el relato se desarrolla dentro de un viejo hospital a punto de ser clausurado, en cuyo interior solo permanecen unos pocos enfermeros y médicos y un puñado de niños como pacientes. La relativa calma antes del cierre del centro médico se ve quebrada por una sucesión de extraños accidentes que los niños del lugar atribuyen a una entidad llamada"la niña mecánica", una antigua paciente de ese hospital que falleciera allí en extrañas circunstancias. La llegada de una nueva enfermera, interpretada por una distante Calista Flockhart -actriz que se hizo conocida gracias a la cancelada serie "Ally McBeal"- acelera el ritmo de los misteriosos accidentes que terminan desencadenando la muerte de algunos de sus internos. Dispuesta a averiguar el motivo para los misteriosos y fatales fenómenos que allí suceden, la recién llegada comienza a indagar en el pasado de ese hospital hasta descubrir el siniestro secreto que esconde en sus paredes.

"Frágiles" es una historia típica de casas embrujadas, temática recurrente en Balagueró, con muchos puntos en común tanto con su obra anterior como con la posterior -los niños como epicentro de un misterio sobrenatural, la imagen femenina como protectora de ellos, el pasado oscuro de alguno de sus protagonistas principales- por lo que no es nada raro que al espectador le parezca por momentos estar viendo una versión condensada y combinada de "Los sin nombre" con la también suya "Darkness".

Aunque peque de poca originalidad en su planteo básico así como en la forma de generar sobresaltos por momentos -demasiada recurrencia a los sustos facilones generados a base de golpes de sonido o acordes musicales estridentes- los primeros minutos de metraje enganchan lo suficiente como para mantener el interés del espectador hasta el final, momento que guarda una pequeña pero valedera vuelta de tuerca y en el que el tenebrismo de los corredores oscuros y amenazadores le deja lugar al más puro efectismo hollywoodense que, por fortuna, no llega a ser ni tan excesivo ni tan exagerado como para terminar arruinando la propuesta.

"Frágiles" no es un producto que se proponga renovar el género terrorífico en ningún sentido. De hecho, se nota a la legua su falta de pretensiones y la clarísima intención de su director y guionista por demostrar cuanto ama hacer este tipo de cine. También es la demostración de que una idea usada cien veces planteada de una forma moderadamente decente puede ser tan efectiva como la más original de las ideas.

Puntaje: 6/10

jueves, 7 de mayo de 2009

Se pone en marcha MONTEVIDEO FANTASTICO Edición 2009

Entre el 15 y 22 de mayo de 2009 en las instalaciones del Cine Universitario, en pleno centro de Montevideo, se desarrollará esta cuarta edición del que es el primer y único festival de cine de terror y ciencia ficción independiente del Uruguay. Allí se podrán ver producciones de corte fantástico a las que dificilmente se pueda acceder en cualquier otro medio, provenientes de paises tan distantes como Filipinas, Canadá o Estados Unidos y otros tan cercanos como Brasil, Argentina, Chile y, por supuesto, de nuestro propio país que entra en competición con dos títulos.

También habrá una larguísima lista de cortometrajes y una muestra homenaje al cine fantástico con la presentación de varios títulos representativos del género, a destacar la ochentera y cienciaficcionesca "They Live" de John Carpenter -una de mis favoritas-, la mítica "Legend of the Hell House", uno de los mejores exponentes sobre el subgénero de las casas embrujadas y el no menos mítico piloto de la serie de Rod Serling "Galería Nocturna", dividido en tres episodios, uno de ellos dirigido por un desconocido Steven Spielberg.

Asi que, ya saben; la cita es del 15 al 22 de mayo de este año en la calle Canelones 1280, Montevideo. Aqui les dejo el link para quienes quieran saber más;

http://www.arte7.com.uy/Pag/MontevideoFantastico.htm

martes, 5 de mayo de 2009

"X-Men, Orígenes: Wolverine" de Gavin Hood


La saga "X-men" comenzó en el año 2000 de la mano del director Bryan Singer que también dirigiría su secuela dos años más tarde. Ambas películas fueron estupendamente recibidas por los fans de los personajes que las consideraron dignísimas adaptaciones del comic book en el que se basa. Singer rechazó dirigir la tercera entrega, que quedó en manos de Brett Ratner y que, a pesar de ser una buena continuación, no tuvo la misma acogida entre el fandom de los héroes mutantes.

Esta cuarta entrega titulada "X-men Orígenes" funciona como una precuela que pretende revelar el origen de quien es, probablemente, el más emblemático de los mutantes heroicos de la pasada trilogía; Logan - Wolverine (Hugh Jackman). Como tal, el relato nos narra una parte de su niñez -un segmento que resulta demasiado breve como para sacar conclusiones sobre su verdadero origen- y nos presenta a la vez a su hermano, también mutante y conocido en el futuro como Sabretooth (Liev Schreiber) con quien escapa de su hogar tras matar a su propio padre. Juntos y usando sus particulares superpoderes, pelean como soldados en casi todas las guerras en las que la potencia norteamericana ha participado en los últimos 150 años. Ambos hermanos terminarán siendo reclutados por el mayor William Stryker (Danny Huston), un científico militar que utiliza a los mutantes como armas para sus oscuros objetivos y que fue el principal villano de la segunda película de la trilogía -en aquel momento interpretado por Brian Cox-. Stryker los integra a un comando secreto de mutantes que cumplen misiones encubiertas para el gobierno. Las diferencias de criterio entre ambos hermanos sobre la naturaleza clandestina de las misiones harán que se separen y terminen convirtiendose en mortales enemigos y cuyo enfrentamiento será, junto con la transformación de Logan en el Wolverine que todos conocemos, en el meoyo de todo el asunto.
A lo largo del relato también irán apareciendo otros mutantes ya vistos en las películas anteriores, pero en sus versiones más jóvenes -Cyclope entre otros- que tendrán más o menos preponderancia en la historia.

Los orígenes de Wolverine planteados en la película distan bastante de los del tebeo y guardan más relación con los hechos acaecidos en las dos primeras películas de la trilogía "X-men", una decisión que posiblemente produzca el enojo de los seguidores más puristas de la historieta, pero que en términos cinematográficos resulta comprensible ya que una narración que abarcara todas las aventuras y desventuras relacionadas con el origen real del protagonista en el comic superaría ampliamente las 4 horas de metraje y resultaría infumable para la enorme mayoría de los espectadores.
Tampoco hay profundización alguna en los personajes, ni en los protagónicos ni en los secundarios, algo de lo que ya pecaba bastante la tercera película de la saga. En vez de eso, el guión apunta a la mas pura y desenfrenada acción traducidas en numerosas peleas y batallas de irregular resultado cualitativo.

En el apartado de las actuaciones, Hugh Jackman cumple con lo suyo volviendo a demostrar que el papel de Wolverine le ajusta como un guante. En cuanto a Liev Schrieber y su malvado Sabretooth, no luce mal, pero difiere bastante -quizás hasta demasiado- del que vimos en la primera película de la serie, y no solo en lo estético. Sus motivaciones y personalidad parecen ser completamente distintas a las del mismo personaje que interpretara Tyler Mane hace 9 años. Y el guión tampoco hace mucho para explicar los motivos de ese cambio.

La dirección de Gavin Hood -director sin experiencia en lo que a cine de acción se refiere- no aporta nada a lo ya visto en películas anteriores de la saga y deja flotando en el aire la sensación que de la mano de Bryan Singer la cosa pudo haber dado para más. De todas maneras, aunque impersonal y rutinario, Hood hizo de las secuencias de acción algo medianamente efectivo aunque ninguna destaque particularmente por nada; cumplen con la función de llenar el ojo y nada más.
Algo parecido sucede con el tema de los efectos especiales; los gráficos por computadora cantan demasiado y hay ocasiones que parecen de una película de fines de los años 90. Vamos, que parecen más propios de un producto televisivo que de uno cinematográfico.

No se puede decir que "X-men Orígenes: Wolverine" sea un regreso glorioso al universo "X-men". Como precuela que es, no permite demasiado margen de dudas ni emoción sobre quienes sobrevivirán y quienes no, ya que a quienes lo lograron los vimos en las tres películas anteriores. El producto es aceptable y entretenido, pero aún así resulta difícil no pensar que de haberse trabajado mejor el guión -que como ya mencioné, se toma enormes libertades con respecto al comic- y de haber sido un director mas experiente en el campo de la acción quien estuviese detrás de las cámaras, los resultados hubiesen sido mucho mejores.

Puntaje: 6/10