Con "Duplicidad" Gilroy vuelve al ruedo de los manejos sucios de las grandes y poderosas corporaciones -un tema que parece atraerle- pero más centrada en el ambiente del espionaje industrial y con una clara inclinación hacia la comedia. Dos antiguos espías, uno británico y la otra norteamericana -Clive Owen y Julia Roberts respectivamente- que tuvieron mejores épocas trabajando para sus gobiernos, se dedican ahora a aplicar todo lo que aprendieron en esos años a robar datos para sus empresas. Ambos se aman, pero trabajan para empresas y jefes rivales, hasta que surge una idea que puede terminar con todo eso y a su vez hacerlos millonarios; robar la secretísima fórmula de un revolucionario producto químico usando la rivalidad de sus empresas para sacarla y ofrecerla al mejor postor.
De esa manera, la trama se va desarrollando entre la comedia romántica y el suspenso, recurriendo a numerosos flashbacks que pretenden explicar algunas situaciones del presente, sobre todo en lo relacionado con la forma en la que los personajes de Owen y Roberts iniciaron su vínculo romántico. Todo se va convirtiendo paulatinamente en una red de mentiras en la que todos terminan engañando a todos; los protagonistas a sus compañeros, a sus jefes y todos ellos entre si.
El principal problema de "Duplicidad" es la predicibilidad de su trama; casi desde el mismo momento en que los protagonistas comienzan la ejecución de su plan uno puede oler por donde van los tiros. Es así que casi media hora antes del final cualquier espectador medio puede adivinar perfectamente cual será el mismo, haciendo que la supuesta "sorpresa" que pretende funcionar como broche de oro de todo el engaño fracase.
La química Owen-Roberts tampoco funciona demasiado bien y por momentos hasta se hace bastante plomiza enlenteciendo el desarrollo de la trama de suspenso que se resiente bastante alargando un relato que, por momentos, huele a demasiado estirado.
Para Julia Roberts representa un regreso con muy poca gloria tras interpretar papeles mas bien segundones en "Charlie Wilson´s War" (2007) y "Ocean´s Twelve" (2006), y en este caso no hace más que repetir un papel que ya debe saber de memoria de tantas veces repetirlo. Para Clive Owen... bueno, la demostración de que su aspecto apático lo limita bastante en este tipo de papeles.
Irónicamente, lo mejor de todo el conjunto actoral son sus secundarios; Paul Giamatti y Tom Wilkinson, que no aparecen mucho pero que juntos tienen la secuencia de comedia mas funcional de toda la película; un ralenti de pocos minutos al comienzo de la misma, una secuencia que tiene más gracia que casi todas las ocurrencias sumadas a lo largo de la película.
En resumidas cuentas, "Duplicidad" es una comedia romántica y de suspenso fallida, que no presenta nada nuevo con respecto a otros productos similares. Su derrotero de mentiras sobre mentiras y su cansino juego romántico terminan aburriendo más de lo que sorprenden haciendo que la película no funcione aceitadamente en ninguna de las variantes que propone.
Puntaje: 4/10