jueves, 5 de mayo de 2011

"127 horas" (127 hours, 2010) de Danny Boyle

Aron Raslton, un joven apasionado por el montañismo y las excursiones solitarias a lugares recónditos, decide investigar los desolados parajes del desierto de Utah. Todo va bien hasta que en un mal movimiento cae en una zanja rocosa junto con una enorme roca que termina aprisionando su brazo derecho y que lo mantiene atrapado en ese lugar. Sin posibilidad de liberarse, Aron intenta sobrevivir a la espera de que alguien lo encuentre. Pero los días pasan, su agua y sus alimentos se acaban y ante la desesperación su mente comienza a jugarle trampas que lo irán llevando lentamente al borde de la locura.


Danny Boyle es un director que ha demostrando no tener problemas incursionando en géneros tan diferentes entre sí como el terror con la impactante "Exterminio " (28 days, 2003), con la ciencia ficción en la inmerecidamente denostada "Alerta solar" (Sunshine, 2007) o con el drama en la sobrevalorada "¿Quien quiere ser millonario?" (Slumdog millionaire, 2009).

No quiero decir que la variedad temática de su cine por sí sola convierta a Boyle en algo fuera de lo común, pero si uno ve todo -o al menos la mayoría- de lo que ha hecho, es fácil notar que es un artesano personalísimo en su forma de plantear historias. Y si "127 horas" es un producto que sobresale en comparación con otros dramas de supervivencia es en buena medida por el talento narrativo de Boyle tras la cámara. Solo así es concebible que un film donde James Franco -de muy buena faena- está solo durante casi el 90% de su metraje, sea llevadero y mantenga al público atento a lo que sucede más allá de que bastante de la historia -extraída del libro autobiográfico del propio Ralston, "Between a Rock and a Hard Place"- incluido su final, se sepa a priori.

Hay quienes acusan a la filmografía de Boyle de ser excesivamente videoclipera en su puesta en escena recayendo en una poesía visual -para muchos fallida- basada en el bombardeo de imágenes. Bueno, a quienes piensen eso del trabajo de Boyle y les moleste por ello les recomiendo no ver "127 horas", porque se encontrarán con ese mismo estilo por el que el director británico hace años ha apostado a la hora de narrar historias.

A mi modo de ver, en el caso de "127 horas" esa aplicación de estilo funciona de maravilla por el hecho de que todo el peso de su desarrollo recae en los hombros de un solo actor interpretando un personaje en una situación límite, que totalmente aislado y en la más completa soledad busca mantener desesperadamente la cordura recurriendo a sus recuerdos más íntimos y a su profunda imaginación en aras de sostener la esperanza.
Este tour de force de supervivencia tendrá su clímax de salida en la secuencia más comentada de la película debido a su truculencia -que a mi modo de ver tampoco es tanta- pero que la mala prensa ha hecho sopesar más a la hora de vender el film que el interés intrínseco por su trama.

Sin intenciones de caer en el tema estéril sobre los merecimientos o no a los premios a los cuales estuvo nominada, creo que el trabajo de Boyle es estupendo, mucho mejor que el de la sobrevalorada "Slumdog millonaire" film que sin ser malo, lo considero de lo más flojito de su carrera.

"127 horas" no es un film perfecto y posiblemente sea de los trabajos menos ambiciosos de su director. Aún así lo que narra está bien contado, su fotografía y su música son excelentes, y aunque de a ratos pueda divagarse un poco intentando trasladar la sensación de aislamiento de su protagonista al espectador de una forma que por momentos puede resultar pretensiosa, estamos ante un producto muy valorable y bien llevado por lo que me parece netamente recomendable.

Puntaje: 7/10

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