Bill Capa (Bruce Willis) es un afamado psiquiatra que cae en una gran depresión tras presenciar el suicidio de uno de sus pacientes en su propio consultorio. Para intentar recuperarse, acepta la invitación de un viejo colega suyo a su casa en Los Ángeles. Una vez allí su colega le confiesa que sospecha que uno de sus pacientes está intentando asesinarlo, cosa que finalmente sucede. Bill comenzará a tratar a cada uno de los pacientes de su amigo intentando averiguar quien es el asesino y, al mismo tiempo, iniciará una intensa relación con Rose (Jane March) una misteriosa mujer con un pasado mucho mas turbulento del que aparenta.
Si hay un buen motivo por el cual recordar a un film como "El color de la noche" es por el engañoso modo con el cual intentó ofrecerse al público previo a su estreno allá por el lejano año de 1994. Vendido desde su publicidad como un thriller erótico de alto voltaje en la línea de "Bajos instintos"(1992) lo cierto es que lo único que tenía de similar al film de Verhoeven eran sus aspiraciones de calidad, a las cuales jamás llega siquiera a asomarse.
La promesa de ver a un Bruce Willis en cueros íntimos, incluido un desnudo frontal, manteniendo fogosos escarceos sexuales con Jane March, generó unas expectativas que el desarrollo del film en ningún momento colma.
Un guión con más agujeros que un queso Gruyere -los intentos de asesinato a Capa no tienen demasiado sentido y algunos, como el del estacionamiento, resultan exageradamente aparatosos-, una trama tramposa que casi nunca llega a sorprender -sobre todo el final, que si se es medianamente atento se adivina media hora antes- y todo un elenco de talentos totalmente desperdiciados -desde Leslie Ann Warren a Lance Henrikesen- conspiran bastante para que el proyecto, a pesar de tener unos prometedores minutos iniciales, se vaya desbarrancando durante sus larguísimas dos horas y pico de duración hasta su final.
Es probable que Bruce Willis pretendiera con este protagónico apartarse un poco de los habituales papeles de policía heroico en los cuales estaba encasillado desde la exitosa "Duro de matar" (1988). Evidentemente no lo logró -menos de un año después estaría protagonizando la tercera entrega de "Die Hard" y media docena de películas similares- pero como ya contaba con una aceptación pública bastante fuerte, tampoco representó un fallo demasiado grande en su carrera.
Todo lo contrario le ocurrió a su contraparte femenina, la británica Jane March, una joven actriz en alza en su momento gracias a su papel de lolita fatal en "El amante" (1992) de Jean-Jacques Annaud, y cuya participación en este film la terminaría relegando casi exclusivamente a papeles muy similares en los años siguientes.
"El color de la noche" es un producto que promete en lo previo mucho más de lo que termina dando y con el que no es demasiado difícil sentirse aburrido y hasta decepcionado a la mitad del mismo. Su nivel de erotismo es pobre -las escenas de sexo entre Willis y March son más sugeridas que sugerentes y salvando secuencias como la de la piscina, ninguna vale realmente la pena- y si obviamos su parte inicial el resto de su trama deja bastante que desear.
Puntaje: 4/10
Le das duro al filme. Recuerdo que por esos años tenía mi vhs y alquile la película de una videotienda cercana a mi casa (por cierto ya no existe). En esa época yo veia mucho cine de hollywood de esos años. Haciendo memoria, recuerdo claro el suicidio del paciente de Willis (es un buen inicio del filme). Aunque hacia el final se hace predecible. Saludos.
ResponderEliminarHola David y gracias por escribir.
ResponderEliminarEn realidad no fui tan duro, Willis las ha hecho peores -vayan de ejemplos "Desayuno de Campeones" o "Hudson Hawk" para comprobarlo-. De todas formas, es una pena que ese comienzo tan prometedor no haya sido compensado por un desarrollo más interesante y menos rutinario.
Un saludo y bienvenido siempre a Mar de Cine.
saben donde puedo conseguir esa pelicula???
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