domingo, 29 de noviembre de 2009

"Transformers: La venganza de los caídos" (Transformers: Revenge of the Fallen) de Michael Bay

Tras la derrota del malvado Megatron a manos de Optimus Prime en el film anterior, los Decepticons vuelven a la Tierra para resucitar a su malvado lider y abrirle el camino al aún mas diabólico Fallen, un viejo lider Decepticon que añora destruir a la raza humana y a todos los Autobots.

Está más que claro a estas alturas que Michael Bay no es un director al que le importe demasiado ni la imaginación ni la originalidad, ni siquiera la coherencia de los guiones que le toca dirigir. No parecía así en sus comienzos en la dirección de grandes superproducciones allá por 1996, cuando filmó "La Roca", a mi criterio su mejor película hasta hoy, donde empezó a dar indicios de su filias particulares a la hora de filmar las cuales repite película tras película. Es tan así que en cualquiera de sus films podemos ver, casi con total seguridad, una o varias persecuciones automovilísticas -algo que evidentemente le apasiona-, despliegues militares que exaltan el valor de cualquier institución castrense, abundantes tiroteos y una pirotecnia de todos los colores y tamaños imaginables. Y "La venganza de los caídos" no es la excepción en ninguno de esos apartados.

Es evidente que a Bay le fue muy bien con su primer film sobre los ochenteros Transformers, a tal punto que se apresuró todo lo que pudo en realizar su secuela. Así, año y medio después de su estreno y nuevamente apadrinado económicamente por el Midas hollywoodense, Steven Spielberg, nos llega esta continuación tan parecida a su antecesora que hasta repite como fotocopia todos sus defectos; una duración desmedida, unos diálogos bochornosos, un guión que ni el peor episodio de la serie en la que se inspira se hubiese atrevido a presentar y unos personajes mas planos que una hoja de afeitar.

Pero vayamos por partes. Las secuencias de acción y sus efectos especiales -los motivos mas valederos para querer ver esta película, además de las curvas de Megan Fox- son igual de espectaculares a los de la primera, o sea, una perfección absoluta a la hora de hacer interactuar personajes reales con los generados por computador. Pero como casi siempre que un producto con estas características aparece, lo mas criticable es que nada de esa tecnología aplicada al cine termina por tapar las deficiencias de un argumento chato e incongruente.

Pero Bay y sus guionistas deben creer lo contrario, y es por ello que se las apañan para meter a velocidad de trueno todo tipo de inconsistencias que desafían la credulidad del mas crédulo; desde armas alienígenas gigantescas escondidas en las pirámides de Egipto a numerosas resucitaciones tan convenientes como milagrosas de varios personajes. También hay chispazos de plagio servido, con alguna que otra secuencia que remite directamente a la saga "Terminator " y una nueva demostración del enorme poder militar estadounidense plasmado en un regodeo de secuencias de aviones, tanques y barcos disparando sus arsenales asi como de soldados corriendo valientemente a la batalla y a su propia muerte, a pesar de que no vemos un solo cadáver en toda la película.

Sumar a todo esto el mismo problema que había en la primera entrega; las peleas entre los robóticos protagonistas del título siguen siendo totalmente confusas, al punto que en la mayoría de ellas es casi imposible identificar los buenos de los malos. En el dibujo animado de los 80, cada personaje se identificaba, además de por su forma, también por su color. Pero a Bay parece tampoco importarle mucho ese detalle por lo que tanto el villano Megatron, pasando por cualquiera de sus Decepticons hasta el heroíco Optimus Prime lucen prácticamente IGUALES, por lo que cada pelea entre ellos parecen orgías de metal retorcido.
Las secuencias humorísticas, además de metidas con calzador, son en su mayoría patéticas, empezando por las que incluyen a la exageradamente liberal madre del protagonista, cuya estupidez es superada solo por su sobreactuación. Para colmo, es penoso volver a ver a John Turturro, un actorazo en horas bajas, repitiendo el bochornoso personaje del primer film, pero ahora reducido a un papel aún más payasesco -la humorada sobre su ropa interior da verguenza ajena- totalmente infumable por más que su participación tenga más relevancia sobre el desenlace que en el film anterior.

En cuanto a la unión de Shia LaBeouf, un actor que ya se viene perfilando desde hace tiempo como un nuevo prototipo de héroe de acción, con la despampanante Megan Fox, que vuelve a lucirse como el bonito florero que es durante toda la película, me sigue pareciendo totalmente forzada y artificiosa, convirtiendose en la pareja mas despareja del cine de los últimos años.

En fin. Seguir hablando de este nuevo mamotreto multimillonario de Bay sería repetirme una y otra vez, casi como lo hace él mismo película tras película sin nada nuevo que mostrar ni decir. Es de suponer que poco le importa también ya que tiene clarísimo que los millones de espectadores que disfrutaron de la primera entrega convirtiendola en uno de los films mas taquilleros del 2007, también disfrutarán con esta continuación, siendo ellos los consumidores ideales para su producto. Yo, por ahora, estoy fuera de su clientela.

Puntaje: 3/10

1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo. La vi, y es malisima.
    Es muy cierto eso de que se entrevera todo en las peleas, y uno no sabe quien es quien. Sobre todo los villanos, que son todos muy parecidos.
    Todo lo que sucede en la pelicula es tirado de los pelos. Un bolazo tras otro.

    La primera hasta podria decir que me gusto, pero la segunda es un completo sin sentido.

    Saludos!

    ResponderEliminar

Si te gustó, discrepás o querés decir algo sobre este comentario, hacelo aca.