Está clarisimo que la tenían dificil. Querer igualar -ni que decir superar- al clásico de Robert Wise iba a ser harto complicado. No solo por lo que el film original representó en su momento -en plena Guerra Fria un film fantastico se atrevía a poner en duda al militarismo nuclear estadounidense como símbolo de "paz" para el mundo occidental-sino por la ausencia de algún elemento que lo hiciese minimamente original, ni que decir que lo mejorara. Por que eso es lo que pasa con esta nueva versión; no ofrece absolutamente NADA nuevo.
Es un cúmulo de buenas intenciones pro-ecologistas mezcladas con secuencias de acción hi-tech y unas cuantas destrucciones a lo "Independence Day". Ni que Keanu Reeves o la otrora oscarizada Jeniffer Connely estén en los protagónicos sirven para hacer de esta película algo mejor de lo que és. Simplemente cumplen con los mínimos aceptables y poco más.
Ni un Klaatu Barada Niktu, ni un rayo desintegrador en el ojo de Gort, ni un vistazo al interior de la nave alienígena como en la primera versión. Nada de nada. Eso si: nos deja un final que intenta de forma muy facislista dejar a la pelicula como una especie de lección pseudo-religiosa de lo mal que estamos tratando al mundo y de como nos merecemos desaparecer por ello -cosa que comparto-.
Igualmente, debo admitir que no me aburrí y que de últimas el producto está bastante por encima de muchas remakes innecesarias recientes hechas con más dinero y menos gusto, pero no pasará de ser un producto más del género que no dejará marca alguna en la historia del mismo.
Puntaje: 5/10
El día que se olvidaron de la historia original del clásico de Wise
ResponderEliminarLa idea de aggiornar la magnífica versión de Robert Wise generaba mucha incertidumbre, ya que estaba tan bien hecha que quizás sólo se la podría modernizar desde lo estético con los avanzados efectos digitales de los tiempos que corren, pero desde su carga discursiva era una cinta que no necesitaba ser reeditada.
Y desde el apartado técnico esta cinta cumple bien porque logra sacar la impronta naif de la versión cincuentera para desplegar un espectáculo pirotécnico imponente, idóneo y competente a los tiempos que corren.
Ahora bien, que hay muchos elementos del filme sponsorizados mediante publicidades no tan subliminales sino expuestas en forma flagrante, eso es una gran verdad. Pero tampoco es para rasgarse las vestiduras que aparezcan marcas por todos lados, no le hace daño al quid de la cuestión.
Lo que sí es pernicioso, es el abandono de la carga crítica que tanto mérito posee esta obra. Aquí cambiamos la amenaza nuclear de los cincuenta por cuestiones ambientalistas. No obstante la idea de que la humanidad en forma negligente está autodestruyéndose queda implícita de todas formas, sólo que está esbozada apenas en algunas metáforas, ya que el filme se dedica casi de lleno a la vertiginosa acción y al despliegue copioso de efectos especiales.
Por ende, ése es el defecto más evidente que hay que resaltar en este remake, la suplantación de la sobriedad y el aplomo crítico por una cinta palomitera que no da tregua en su frenético ritmo narrativo. Si bien es una condición necesaria que el filme tenga intensidad y vitalidad desde el ritmo narrativo, también es necesario el espacio para la pausa y el subrayado del mensaje discursivo a transmitir al espectador, el cual apenas se lo menciona y queda apenas trazado, aunque quede claro en lo poco que se lo menciona. Lamentablemente se pierde mucho de la esencia y el espíritu del argumento original en esta remodelación vertiginosa que propone esta versión moderna.
Bien por Keanu Reeves y Jennifer Connelly en los protagónicos, están a la altura de lo que sus respectivos personajes exigen desde lo que propone un guión que se va acelerando tanto que termina estrellándose en un desenlace tan precipitado que deja una amarga sensación en su final. Ese sentimiento es de decepción porque nuevamente queda demostrado que el cine ha mejorado desde lo técnico, pero difícilmente podamos decir que los guiones se superen en calidad, y menos si lo comparamos con clásicos inmortales como el de Robert Wise.
Le doy un 5/10