Rockwell por su parte representaría a Justin Hammer, un multimillonario británico rival de Tony Stark, que desea eliminarlo de su competencia.
Robert Downey Jr. vuelve a ponerse su armadura y Jon Favreau repite en la dirección.
Sin querer desmerecer la elección de estos rivales, me sigue resultando llamativo que el principal villano de Ironman en el tebeo, el siniestro Mandarín, no se haya planteado aún como rival. Imagino que los guionistas la tienen difícil para darle a un personaje tan demoníaco y de tantas facetas misticas un perfíl correcto y minimamente aceptable en una película de tan solo dos horas.
De todas formas, creo que esta nueva secuela promete, y promete mucho. Veremos si está a la altura de las expectativas.
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