Haciendo un poco de historia; "El Espíritu" es un héroe bastante humanizado, un ex-policía muerto en acción llamado Denny Colt, que por un extraño experimento científico vuelve a la vida con un único superpoder que es la capacidad de regenerar sus heridas en cuestión de minutos. Respaldado por la policía de la ciudad en la que lucha -Central City- jura defenderla de todo criminal.
"El Espíritu" fue creado por Will Eisner en los años 40, quien años después se convertiría en mentor de Frank Miller, uno de los mitos vivientes del mundo de la novela gráfica actual.
Durante años se habló de realizar una versión fílmica de esta obra que, hoy en día y por una cantidad de factores, está considerada entre las más influyentes del mundo del comic. Finalmente, el mismísimo Frank Miller tomó las riendas de la dirección por primera vez, posiblemente respaldado por el enorme éxito de "Sin City" y "300" dos de sus obras llevadas al cine por Robert Rodriguez y Zack Snyder hace pocos años. Desde lo estético "El Espíritu" se parece a ambas; viñetas y cuadros de comic trasladados al celuloide convirtiendose prácticamente en una historieta en movimiento. Desde ese aspecto no hay mucho que objetar, ya que la puesta en escena desde lo visual tiene un nivel de calidad y aceptación por parte del público que poco se puede discutir.
Sin embargo, donde "El Espíritu" fracasa es en su desarrollo. La historia que plantea es absolutamente lineal y monótona. La casi nula fuerza de sus diálogos, asi como los pesados monólogos de su protagonista, sumados a los de su antagonista y villano, el Sr. Octopus -interpretado por un Samuel L. Jackson que bordea el ridículo, sobrecargado y cambiando de atuendo más que una modelo- hacen que rápidamente se vaya abriendo una enorme brecha en cuanto a su funcionalidad como entretenimiento comparada con sus antecesoras más directas; "Sin City" y "300".
El sex appeal del héroe protagonista, gracias al cual logra que las féminas caigan a sus pies con solo una mirada, puede lucir bien en el papel, pero tal como está concebido en la película resulta empalagoso y exagerado y solo sirve como excusa para el lucimiento de las formas corpóreas de las protagonistas del film. Así, desfilan frente a nosotros las curvas de Paz Vega -la más desperdiciada y accesoria de todas las actrices del reparto-, de Scarlett Johansson -mucho menos sensual que de costumbre y por ende igual de desperdiciada- y de Eva Mendes, la que sin lugar a dudas mejor supo aprovechar el enorme magnetismo sexual de su imagen (basta ver la foto que acompaña este artículo para comprobarlo).
Sin embargo, ni este regodeo en la exaltación de la belleza y sensualidad de sus actrices protagonistas, logran hacer olvidar el lento y aburrido desarrollo de toda la trama, salpicada de un humor extremadamente naif y poco efectivo y de unas secuencias de acción demasiado breves y aburridas.
La interpretación del casi desconocido Gabriel Macht como el héroe del título, si bien es aceptable, tampoco destaca en ningún sentido y hasta deja la sensación de que había actores mejores para realizar el papel.
Lamentablemente para Miller, su introducción al mundo de la dirección cinematográfica ha quedado signada por el fracaso, y aunque no deja dudas sobre su enorme capacidad para el diseño y la novelización gráfica, queda en claro que todo ese conocimiento por si solo no basta para llevar un comic clásico a la pantalla con éxito.
Puntaje: 3/10