El retorno a la dirección de Aronofsky es una película bastante distinta hasta lo que ahora nos había mostrado, alejada de la estética de a ratos videoclipera de "Requiem por un sueño" (2000) o de la seudoprofundidad espiritualoide de "The Fountain" (2006). Por el contrario, "El Luchador" es un relato bastante más intimista y real, filmado con un estética que bordea lo documental, a tal punto que buena parte del relato se muestra desde la perspectiva del protagonista, con la cámara detrás de su espalda.
Pero la película está lejos de ser un documental sobre el wrestling. Nada de eso. El mostrar al mundo de la lucha en el que se mueve el protagonista es casi una excusa para mostrar los motivos por los cuales es un perdedor que ha hecho de la derrota fuera del ring su forma de vivir. El trabajo de Rourke para transmitir esa vida de derrota es realmente encomiable y es fácil intuir que su pasado pugilistisco le ha venido como anillo al dedo para interpretar este papel. Rourke, nos da una muestra de su buen estado físico -más allá de sus evidentes cirugías faciales- al interpretar sin necesidad de dobles cada pelea que vemos a lo largo del metraje, dando golpes, saltos y caidas por doquier. Su impronta personal es la que hace que el espectador mantenga el interés en el relato casi todo el tiempo.
Sin embargo, al decir "casi", quiero decir que en algunos breves tramos la historia decae. Y esos tramos tienen que ver más que nada con la aparición de Evan Rachel Wood, interpretando a la hija de Randy. Su actuación, sin ser mala, parece accesoria y solo cumple la función de querer remarcar la actitud de cambio del protagonista. Desde lo argumental, resulta poco creíble que tras 15 años de abandono y tras un odio tan visible hacia su progenitor el personaje de Wood cambie tan radicalmente y en tan poco tiempo a una actitud abierta hacia él.
En lo personal, hubiese preferido una profundización en su relación con Cassidy (interpretada estupendamente por Marisa Tomei) una veterana stripper y antiguo amor de Randy, que comparte con él ese sentimiento de que su tren ha pasado, aunque no quiera admitirlo.
Con todo, y mas allá de altibajos, "El Luchador" es un film de muchas e interesantes facetas. Es una historia sobre la imposibilidad de querer cambiar lo que se es, de aceptar que la vida nos da a veces oportunidades que somos incapaces de ver o tomar, de que los años no vienen solos y que la felicidad son apenas breves momentos intercalados entre muchos malos.
El final, como suele ser marca de fábrica del director, es totalmente abrupto y abierto, dejándole al espectador la posibilidad de decidir si el protagonista ha tomado la decisión correcta o no.
El conjunto puede parecer tópico y hasta le haga sentir a más de uno que está frente a una visión menos comercial del "Rocky" de Stallone, pero el resultado final es bien distinto y merece la pena ser visto.
En resumen, un estupendo regreso para Aronofsky y uno no menos bueno para Rourke. Ojalá que ambos sepan sacarle provecho a este regreso con gloria.
Puntaje: 6/10
El ocaso de un actor luchador
ResponderEliminarSin lugar a dudas que la de Mickey Rourke es una interpretación auto referencial, se encarna tanto en su personaje que actúa de sí mismo brindando una composición natural y genuina, y sin dudarlo que es uno de la grandes méritos de esta cinta de bajo presupuesto.
Pero ello no es todo, el filme es muy realista en su estética naturalista y sin casi artificios cinematográficos. Hay además mucha cámara al hombro y una fotografía muy simplista para dar por resultado una película extremadamente verídica e intimista.
La música heavy elegida para la cinta es la apropiada para ambientar el salvajismo del wrestling y para darle ritmo a las ácidas situaciones de vida que se despliegan de fondo y que dan energía al guión.
Ahora bien, me dedico a escribir sobre la historia de la cinta, la cual es el otro pilar positivo sobre el cual se sustenta esta buena película.
El argumento gira en torno a un luchador de wrestling veterano, el cual debido a un golpe de la vida comienza a reflexionar en forma crítica a manera de balance personal sobre qué ha cosechado a lo largo de su vida. La cual en el presente está signada por el fracaso, por la humillación de no ser tan útil ni tan productivo económicamente, por el darse cuenta de que no hay apoyo sentimental ya que nunca se ha preocupado de cultivar afectos, por el tomar conciencia de que no hay una familia que sustente y contenga, por el enterarse de golpe de que sólo se ha cosechado la admiración del público el cual pareciera ser el único que le valora, por el sentir la espalda de quienes le rodean porque no se es nadie fuera del ring, por el sentir la extraña sensación de preferir arriesgarse de morir haciendo lo que le gratifica en cierta medida antes que ser un mediocre más de la sociedad que no le perdona no estar capacitado, por enterarse de que no se ha sido previsor ya que el deporte de contacto que sirve como medio de vida no perdona el paso del tiempo y el maltrato del cuerpo, por el reconocimiento de errores del pasado que hoy día pasan facturas sin pagar.
En fin, una cinta valiosa por su contenido conceptual el cual nos azota en la cara que muchas veces las equivocaciones del pasado tienen que ver con los merecimientos del presente que toca vivir. Y que además posee una sólida y cruda actuación de Mickey Rourke quien hace lo que mejor supo interpretar en su carrera artística: el hacer de un duro implacable al que poco le importa el perder en el intento.
11 de Febrero de 2009
Betomovies