"Crepúsculo" narra la historia de Bella, una pálida joven de aspecto triste que tras mudarse a la casa de su padre conoce a Edward, un misterioso chico del que se enamora sin saber que forma parte de un clan de vampiros.
Estamos ante la primera parte de una serie de novelas con las que la escritora Stephenie Meyer ganó cierta popularidad en el mundo literario estadounidense. La adaptación al cine de la misma, de la mano de Catherine Hardwicke, pretende ser también el puntapié inicial de una trilogía cinematográfica. Ambos productos tienen en común el hecho de apuntar a un mercado clarisimo; el adolescente.
"Crepúsculo" -o "Twilight" en su versión en inglés- podría definirse como un cruce entre los peores episodios de "Beverly Hills 90210" y los momentos más aburridos de "Entrevista con el vampiro" de Neil Jordan (1994).
Resulta bastante chocante ver como el mito vampírico, tan explotado cinematográficamente desde Lugosi hasta nuestros días, termina siendo virtualmente destrozado en favor de una trama que tiene más en común con los melodramas televisivos teenagers tan populares en estos tiempos, que con el cine de vampiros en sí. De hecho, da toda la impresión que tanto Meyer como Hardwicke conocen poco y nada del mito original, o peor aún, que conociéndolo lo deforman de tal manera según sus propios intereses narrativos que lo terminan convirtiendo en una pálida caricatura de lo que originalmente es. Así, se nos presenta una familia de vampiros "buenos" inmunes a las cruces, a las estacas, al sol o al agua bendita, que no viven en ataúdes ni mansiones oscuras sino en una luminosa casa típica de ricachones y que hasta juegan su propia versión de béisbol "familiar" en una de las secuencias mas bochornosamente ridículas de toda la película.
Pero el problema de fondo de "Crepúsculo" no es solo la deformación del mito. El problema es que dicha deformación responde a una historia carente de emoción genuina, aburrida por donde se le mire, que por momentos hasta se burla de la inteligencia del público adolescente hacia el cual va preferentemente dirigida. La química entre Bella, la chica humana interpretada por Kristen Stewart, y el jóven vampiro que interpreta Robert Pattinson, no funciona del todo bien, resultando de a ratos empalagosa y tremendamente conservadora. Esto último es una cualidad de fábrica de Meyer como escritora, mormona y ferviente creyente, que suele envolver a sus personajes en su propia aureola de conservadurismo pacato lastrando buena parte de la tensión sexual que este tipo de relatos tienen por naturaleza propia.
Obviamente que, para matizar, también hay vampiros malvados, rivales de los buenos, pero sus asesinatos y actos de maldad son absolutamente sugeridos anulando así cualquier posibilidad de mostrar violencia o sangre en demasía, cosa que anularía la posibilidad que el producto fuese apto para el público más juvenil.
En definitiva, estamos ante un film que por su pacatez, su inaudita ausencia de sangre a pesar de la temática tratada, así como por la lentitud en su desarrollo, no deja nada más que una sensación de tedio al terminar y la enorme interrogante de como un producto como éste pudo haber resultado un éxito de taquilla en su país de origen. Misterios del mundo del marketing, supongo.
Puntaje: 3/10
la verdad nose que poner respecto a el comentario... solo que no entienden muy bien la perspectiva de la pelicula... alguna vez fueron adolescentes... y vivieron experiencias parecidas y por si no pues esto causa que no entiendan la historia como lo hacemos nosotros... en lo personal es una historia muy buena puesto que los adolescentes vivimos ya en una etapa dificil y talvz les paresca ridiculo pero asi en la historia es masomenos como son nuestras vivencias en el presenteademas una pelicula tranquila como esta es la que preferimos muchas veces los adolescentes ... no tiene qe haber solo violencia y sagre siempre... aveces es hasta vulgar ver algo asi...
ResponderEliminarespero y entiendan mi punto de vista... no es con intencion de ofender a nadie... a mi me encanta la pelicula puesto que la historia esta bien planteada
hsta luego...
baae!
♥
Hola Deyanira, antes que nada, gracias por escribir.
ResponderEliminarEntiendo lo que decis en tu comentario y los motivos de tu queja. Pero aunque los entienda, no los comparto. Para empezar; "Crepúsculo" no es un film que trate o se centralice en la temática adolescente. No se que tipo de experiencias viviste vos que te sentiste reflejada en la película, pero seguramente en ellas no hubo un vampiro que se resiste a tomar sangre humana y que no muere con la luz solar.
Lo que quiero decir es que si Hardwicke hubiese querido hacer un producto que reflejase bien las vivencias de la adolescencia actual, perfectamente hubiese dejado el mito vampírico de lado, mito al que destruye y deforma solo para bien de sus intereses morales un tanto conservadores -no olvidemos que es fervientemente religiosa como la autora del libro- y, claro está, para sus intereses económicos.
El mito del vampiro ha estado siempre basado escencialmente en la sangre y la violencia elementos que no pueden disasociarse del mito porque si asi fuera, no existiría.
En cambio, Hardwicke accede a eliminar cualquier rastro de sangre y reducir la violencia típica del mito a su más mínima expresión para evitar que se categorice a su film como no apto para menores, lo que hubiese evitado que millones de chicas y chicos de tu edad puediesen entrar a la sala de cine previo pago de una entrada.
Dicho de otro modo, pasó por encima de las bases de un mito milenaro solo para poder vender su película como un aburrido romance adolescente a menores de edad sin tener problemas legales.
Como todo en la vida Deyanira, sobre gustos no hay nada escrito. Pero para mi, el gusto artístico tanto de la directora del film como el de la escritora de la novela en la que se basa deja bastante que desear. Opinión muy personal, desde luego.
Un saludo para vos.