Tercera parte (y por ahora última) del exitoso film que Paul Verhoeven dirigiera en 1987. Aunque inferior en calidad a sus dos antecesoras, "Robocop 3" no se merecía la pésima recepción que recibió por parte de la crítica en su momento. Su director, Fred Dekker ("El terror llama a su puerta", 1985) no parecía tampoco pretender igualar al clásico de Verhoeven pero sí utilizar el entorno futurista caótico que tan bien plasmó el director holandés para desarrollar una nueva aventura del policía cyborg que, visto desde cierta óptica, puede considerarse como el punto de partida de una nueva situación para una futura secuela.
Se vuelve a notar, al igual que en la segunda entrega, la mano del guionista de comics Frank Miller en la elaboración del argumento, presentando a un Robocop más cercano a un personaje de historieta que nunca y a una aventura con un tono general más cercano a la exageración de los rasgos y situaciones presentados en las películas anteriores, aunque inusualmente menos sangrienta también.
Se vuelve a notar, al igual que en la segunda entrega, la mano del guionista de comics Frank Miller en la elaboración del argumento, presentando a un Robocop más cercano a un personaje de historieta que nunca y a una aventura con un tono general más cercano a la exageración de los rasgos y situaciones presentados en las películas anteriores, aunque inusualmente menos sangrienta también.
Esta vez fue el actor Robert Burke quien se metió en la armadura metálica y no quien lo hiciera en las dos entregas anteriores, Peter Weller, que se negó a volver a interpretar al héroe mecanizado, posiblemente por temor a quedar encasillado con el personaje. En esta ocasión, la amenaza vuelve a ser la codicia de los empresarios de la Corporación Omni (la OCP) extremadamente debilitada por la impericia de sus nuevos líderes que asociados con un malvado consorcio japonés, ven en la edificación de Delta City la salvación económica para su imperio. Pero la palma a la villanía se la llevan los Rehabilitadores, fuerza armada mercenaria al servicio de la OCP y que al mando del comandante McDaggett (John Castle) arrasa los barrios en los que se emplazará la nueva ciudad imponiendo un régimen fascista en esos sectores. El oficial Murphy/Robocop y su compañera la oficial Lewis (Nancy Allen) son atacados por los mercenarios al ayudar a un grupo de desalojados fugitivos. En el ataque, Lewis es herida y muere en los brazos de Robocop que pasa a la clandestinidad tras ser casi destruido por el fuego de los Rehabilitadores. Para evitar que nuestro héroe robótico se convierta en una amenaza a sus planes los japoneses envían a Otomo, un prototipo de androide de combate con capacidades ninjas (!) para acabarlo. Por supuesto, no lo logrará, y en una espectacular batalla final y con ayuda de un nuevo dispositivo que le permite volar, Robocop y los homeless acaban con los Rehabilitadores y la OCP definitivamente.
Las secuencias de acción (que en definitiva son lo mas destacable del conjunto) están bien resueltas, a pesar de algunos excesos que pueden confundirse con ingenio, fundamentalmente en lo que se refiere a la némesis tecnológica elegida para rivalizar con Robocop, Otomo (nombre elegido por Miller como magro homenaje al dibujante japonés Katsuhiro Otomo creador del clásico "Akira") cuyo accionar y apariencia resultan tan exagerados como poco creíbles.
Poco más se puede decir del film de Dekker, salvo el hecho de que como film de ciencia ficción no destaca en casi ningún detalle ya que casi todo lo que podría mostrarse como mínimamente original ya se mostró en las películas anteriores.
"Robocop 3" no es ni por asomo la mejor secuela posible, pero si uno es capaz de abstraerse de la necesidad de compararla con la original, puede resultar un entretenimiento bastante aceptable.
Puntaje: 5/10
Floja
ResponderEliminarEn pocas palabras, no me gustó. Me pareció muy tonta en su concepto general. Si bien mucho debemos "tolerar" por su género, en este caso ya se excedieron demasiado en las posibilidades de armar el guión. Con efectos visuales muy flojos, más aún si consideramos el año de realización, el soundtrack es aceptable y es lo mejorcito de las formas de este filme. Las actuaciones no muestran nada fuera de la mediocridad. En síntesis, terminaron la saga muy mal. Dando lástima podríamos decir. Con tan pocas ideas y las pocas que daban vueltas por allí se vieron empañadas por los mensajes moralistas que nada tienen que ver con la esencia en sí de las Robocop. Un bajón pronunciado en la trilogía, que nunca podrá ser borrada de nuestras mentes cinéfilas. Una lástima, cualquiera con plata produce una basura como ésta y hecha por borda una idea muy original que ya es un clásico.
3/10