jueves, 27 de agosto de 2009

"Cuenta regresiva" (Knowling) de Alex Proyas

Con la cercanía del año 2012, año en el que según los más catastrofistas se producirá el verdadero final del mundo basándose en una serie de mitos que nadie tiene muy claros, Hollywood calienta tempranamente motores y ya empieza a enviarnos signos de su acostumbrada comercialización de los temas que le pueden facilitar vender sus productos al público masivo.
"Cuenta regresiva" es la última película de Alex Proyas ("Dark City", "Yo, Robot") que viene a anotarse en lo que posiblemente será una escalada de cine catástrofe que se incrementará con el correr de los próximos años.

Nicolas Cage interpreta a John Koestler, un profesor de astrofísica al que por medio de su hijo llega a sus manos una misteriosa carta escrita hace cincuenta años atrás por una no menos extraña niña. La carta contiene una cantidad de números alieneados sin orden aparente. Por accidente, Koestler descubre que los mismos son un sistema de fechas en clave que presagian futuras catástrofes, tres de las cuales están a punto de cumplirse siendo la última la peor ya que podría acabar con toda la vida en la Tierra. Durante su investigación para reafirmar la veracidad de su descubrimiento aparecerán unos misteriosos hombres de fantasmal aspecto que comienzan a acosar a su hijo y a dejar pistas incomprensibles.

Aunque su argumento incluye algunos elementos que no son propios del cine de catástrofes, la trama de "Cuenta regresiva" no escapa del todo a las convenciones más recientes del género incluidas las ya consabidas secuencias de destrucción aderezadas de espectaculares efectos especiales. La mezcla de elementos más bien ajenos al género en cuestión, como el terror o la ciencia ficción, podría haber resultado interesante de haberse mezclado de otra manera con un libreto más trabajado. Pero no fue el caso. Aquí se plantean apuntes sobre las profecías bíblicas relacionadas con el fin del mundo sumados a un componente cienciaficcionero que pretende ser la "sorpresa" de todo el asunto pero cuya inclusión luce, casi desde el vamos, tan desacertada como previsible. Y es justamente su previsibilidad uno de los principales defectos del film de Proyas.
La primera hora de película intenta generar un ambiente de misterio que enganche al espectador, pero no lo logra del todo, mas bien lo exhaspera con una catarata de misterios que hasta el menos curtido en el tema puede adivinar, porque no es demasiado difícil para ningún espectador mas o menos ducho predecir quienes son esos misteriosos e inexpresivos hombres que aparecen de la nada, ni como sin hablar una palabra pueden ser escuchados por algunos de los protagonistas o hasta como acabará todo el asunto, por más que el argumento se esfuerce en mantener inútilmente el misterio hasta el final, por lo que todas las posibilidades que tiene el film de salir medianamente airoso se concentran en su siguiente hora, cuando las catástrofes y los efectos especiales empiezan a hacer su juego.
Lamentablemente, todo se ve lastrado por una media hora final que intenta atar cabos lo más rápido posible, como consciente de que el tema no da para más, con revelaciones inconclusas que apelan a la libre interpretación del espectador para contestarse -¿por qué es tan importante para esos misteriosos hombres salvarnos? entre otras- y una secuencia final que perfectamente se podría considerar un cruce no reconocido entre "Encuentros Cercanos" y "El día después de mañana".
La representación dramática de Cage como protagonista es bastante despareja. Hay momentos en que uno no duda que realmente se cree todo lo que dice, pero hay otros en los que parece esforzarse para no reír ante la torpeza de algunos diálogos, sobre todo ante la inminencia de la total destrucción donde no convence para nada, más allá de que su actuación es la mejor de todo el reparto.
Llama la atención que Proyas, un director que por lo general ha sabido evadir lo rutinario -con excepción quizás de la muy libre adaptación de "Yo, robot" (2005)- se haya puesto sobre sus hombros la tarea de llevar a cabo un producto de estas características. "Dark City" (1998) su mejor película hasta la fecha, nos permitió conocer su personal estilo a la hora de dirigir, estilo que en el caso de "Cuenta regresiva" está totalmente ausente.
No es una película mala en toda la extensión del término -su hechura técnica es impecable y tiene algún que otro momento rescatable- pero su enorme previsibilidad y su rutinario desarrollo resultan un verdadero lastre que hacen que el producto final no convenza.

Puntaje: 4/10

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