Resultó cuanto menos curioso que tras el éxito de su primera película, Carter tardara más de una década en dirigir y estrenar su secuela titulada "Expedientes X 2: Quiero creer".
Bueno, en realidad no es una secuela directa del primer film y eso quizás sea uno de sus tantos defectos. Chris Carter y Frank Spotnitz, guionistas del film en cuestión, decidieron que sería bueno alejarse del arco argumental de la serie dejando de lado todos los temas conspirativos referentes a invasiones alienigenas para desarrollar una historia de misterio más terrenal y cotidiana.
En este caso Mulder y Scully vuelven luego de años de cerrados los Expedientes X para investigar varias y misteriosas desapariciones, incluida la de una agente del FBI. Sus únicas pistas son las visiones de un anciano sacerdote acusado de pedofilia que generan más dudas que certezas.
"Quiero creer" opta por dejar de lado toda la mitología que hizo de la serie el éxito que fue -los alienigenas y su inminente invasión, los personajes misteriosos del gobierno como el Fumador o Garganta Profunda, etc.- lo cual en sí mismo no es un error. De hecho, muchos de los mejores episodios de la serie no tenían relación con ninguno de estos elementos.
Sin embargo, el argumento de "Quiero creer" peca de una enorme linealidad, donde los elementos sobrenaturales -piedra angular del producto televisivo- son prácticamente nulos decantándose toda la trama hacia el slasher más rutinario, con un asesino en serie de lo más tradicional sumado a una subtrama que incluye el remanido tema de los experimentos ilegales con seres humanos. Nada de esto llega a ser algo que sorprenda demasiado a nadie, mucho menos al seguidor del seriado, que sentirá que esta película no es más que un episodio mediocre de la serie regular convenientemente alargado para funcionar como largometraje.
Las actuaciones de Duchovny y Anderson son flojas y en ningún momento se siente que su protagonismo tenga la relevancia necesaria. El regreso del agente Mulder a la acción y su salida del retiro lucen como algo demasiado forzado y lo mismo se puede decir de Scully, que dedicada ahora completamente a la medicina, decide salirse para investigar un caso que no tiene nada de especial en comparación con la enorme cantidad de casos similares que afrontó en los 15 años anteriores.
"Quiero creer" es un film tremendamente flojo, carente del suspenso que tanto la película anterior como la serie misma tenían. Quizás -y solo quizás- su argumento hubiese funcionado una década y media atrás, cuando los temas que trata y el ambiente en el que se desarrollan resultaban algo medianamente novedoso.
Visto hoy luce demasiado rutinario y repetitivo.
Visto hoy luce demasiado rutinario y repetitivo.
Puntaje: 3/10
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